Guardia de Honor de las familias Garza Guajardo y Garza Acuña.
Diez años han pasado ya de la partida física del Quijote de la Crónica, Celso Garza Guajardo, fue un 9 de enero de 2000 cuando el historiador expiró su último aliento, terminó su vida, pero fue el punto de partida para su inmortalidad.
Y es que su prolífica pluma escribió más de 80 libros, además de cientos de artículos y columnas con una variedad de temas que van desde la política hasta la historia, la crónica y la cocina o la música; y no sólo de su natal Sabinas Hidalgo.
Este año es especial, se cumple una década de su viaje sin retorno, y nuevamente fue recordado con un homenaje y guardias de honor ante su monumento en el panteón municipal del Barrio del Aguacate, a escasos metros de donde reposan sus restos.
Además, se presentó la reedición de su libro más emblemático: “Aquellos Años que Soñé”, para lo que se tuvo que digitalizar el contenido original, y, además, se agregaron los textos del libro “Historias Familiares”.
Ya en el homenaje realizado el sábado 9 de enero, la profesora Indira Montemayor llamó a cada una de las Guardias de Honor, iniciando con las autoridades municipales encabezadas por el edil, Lic. Raúl Mario Mireles Garza, quien fue acompañado por el Ing. Diego Ugarte de Lachica, Secretario del Ayuntamiento; y varios miembros del cabildo.
La segunda Guardia la realizaron ex-compañeros del desaparecido cronista; a continuación la directiva y miembros del Consejo de la Historia; directivos, docentes y alumnos de la Normal “Pablo Livas”; posteriormente ciudadanos sabinenses representativos de distintos sectores de la sociedad; y finalmente, las familias Garza Acuña y Garza Guajardo.
A continuación, Indira Hernández Montemayor, estudiante de primer año de la escuela Normal, y miembro del Consejo de la Historia, lo mismo que de la Casa de la Cultura, leyó el artículo “Las pláticas en sillas y mecedoras”.
El profesor Arturo Solís Montemayor le dedicó unas palabras a quien fuera su alumno, dentro de las aulas de la escuela Normal, entre lo que mencionó que a pesar de todos los logros alcanzados en su vida por el homenajeado, se fue muy joven y apenas empezaba: “Por la edad que tenía cuando murió, era muy joven y puedo decir que Celso, apenas empezaba; estaba por iniciar una etapa de mayor profundidad en la que narraba más de lo que escribía y pensaba”.
A nombre de la familia, hizo uso de la palabra el profesor Juan Ramón Garza Guajardo, quien inició agradeciendo a nombre de su cuñada, sobrinos y hermanos la asistencia de los presentes al homenaje: “Lo decíamos ayer, que todavía Celso tiene una gran convocatoria para juntar gente, ayer en la presentación del libro fue una cosa que no esperábamos por el mal tiempo y hoy sucede lo mismo, tenemos una gran cantidad”.
Agregó: “Celso nos dejó un legado impresionante, pero tanto de sus libros como de su forma de pensar, que yo he tratado de seguir al pie de la letra, el investigar, el consultar siempre buscando la verdad de esas cosas, y en verdad fue para mi, y más los últimos cuatro años que trabajé con él, fue, y siempre lo he dicho, es hacer la maestría en ese sentido ¿por qué? porque con él aprendí todo lo que yo estoy haciendo ahorita y siguiendo sus pasos y es muy importante para mí, para mi familia, que todavía gran gente lo recuerde”.
Para finalizar, el profesor Rodolfo Lucio también le dedicó un pensamiento al recordado cronista: A la memoria de mi amigo Celso; para minutos después trasladarse a la Normal “Pablo Livas” a la presentación de la reedición de “Aquellos Años que Soñé”.
Guardia de Honor del Republicano Ayuntamiento.
Guardia de Honor del Consejo de la Historia.
Guardia de honor de la Escuela Normal.
Guardia de Honor de compañeros de generación de Celso Garza Guajardo.
Guardia de Honor representativa de la sociedad sabinense.