Fue un día de verano de 1975, cuando el trío formado por Oziel Ruiz García, Leonel Arturo Ruiz Reséndez y Benito López Valadez, fueron a pescar al Rancho de “Pepe Guerra” contiguo a Las Peñas, por el lado oriente. Llevaron la lancha de aluminio de 12 pies de largo y motor Evinrude de 7 caballos y medio. (Falta decir que a este Rancho entraban y salían, como Juan por su casa). No eran dueños legalmente, pero físicamente, parecía que lo eran.
La lancha y los implementos deportivos, había que cargarlos como unos 500 metros y cuidado con las víboras de cascabel, que por cierto abundaban. El día transcurría muy tranquilamente y regresaban del lado poniente a de Las Peñas a toda velocidad en la lancha, cuando de repente Benito, que venía manejando, por ser el más experto, giró a la izquierda para salirse del agua como a 90 grados y ¡Pácatelas!, ¡Todos al agua!
Oziel, como siempre, traía la bolsa de la camisa del lado izquierdo, llena de billetes de todas denominaciones. Al caer al agua, se acordó del dinero y rápidamente, con su mano izquierda, aprisionó el dinero y que empieza a nadar sólo con el brazo derecho para buscar la orilla. Salió primero que Leonel y Benito que venían nadando con ambos brazos.
Casi todo el equipo piscatorio se perdió. Al poco rato, Oziel había llenado un mezquite con tantos billetes que traía y casi en cada espina, tenía ensartado uno, para que se secaran. En burla le decían sus compañeros:
– ¡Parece arbolito de navidad, pero con billetes!
Sólo hizo faltó tomar una foto de aquellos instantes.