Para mucha gente, por no decir que para la mayoría, la temporada decembrina tiene algo muy especial, pues en ella se ve, se siente y se respira un ambiente fuera de lo común, impregnado de alegría.
Este mes afloran sentimientos que durante el resto del año permanecen escondidos, o al menos, no son tan notorios, a lo mejor porque se dejan ver o se practican de manera más discreta.
Lo cierto es que este mes tiene algo distinto que lo distingue del resto del calendario, destacando la conmemoración del nacimiento de Jesús en Belén, una de las principales celebraciones del cristianismo.
Y aunque para algunas personas estas fechas les pueden resultar nostálgicas por el recuerdo de seres queridos ya desaparecidos, a fin de cuentas logran sobreponerse y tornar esos sentimientos en felicidad, gracias a la presencia y al cobijo que les brindan otros miembros de la familia.
A propósito, una bonita tradición, que se practica con singular alegría durante el último mes de año, la constituyen las reuniones familiares, que se aprovechan para convivir, intercambiar regalos y disfrutar de una rica comida o una cena preparada con mucho cariño y esmero.
Además, este mes abundan otro tipo de eventos, como las posadas, las bodas, las fiestas de aniversario y los tradicionales e infaltables bailes, todo lo cual contribuye a crear esta atmósfera impregnada de alegría que hace de diciembre un mes muy especial.
Aún así, eviten los excesos y ¡Feliz Navidad para todos!
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo