Hace unos días ocurrió algo parecido al pasaje bíblico de la multiplicación de los panes, sólo que esta vez el protagonista fue el dirigente nacional del PAN, César Nava.
De acuerdo a lo que dieron a conocer diversos medios de comunicación, previo a su boda, Nava adquirió un departamento de 430 metros cuadrados en el edificio más caro de Polanco, el cual, según dijo, le costó 7 millones 200 mil pesos, aunque de acuerdo a la opinión de algunos expertos su costo real ronda los 20 millones de pesos.
Así las cosas, de ser cierto lo dicho por César Nava, fue una auténtica ganga lo que adquirió, aunque, a lo mejor fue un regalo de bodas por parte de los propietarios del edificio, quienes, debido a su enlace matrimonial, le hicieron un magnífico descuento.
Pero, si no fue así, entonces se dio el milagro de la multiplicación, pues, de acuerdo a lo que se ha publicado, con los recursos obtenidos por la venta de algunos bienes y sueldos devengados no cuadran las cuentas, y no queda caro cómo pudo César Nava pagar el costo real del departamento en cuestión.
Lo cierto es que ya surgió la duda, pues, aún y cuando realmente hubiera pagado la cantidad que él mencionó, persistiría la incertidumbre de conocer a cambio de qué logró tan espléndida ganga.
Desgraciadamente este caso no es un hecho aislado, y se suma a otros que han salido a la luz pública y a muchos más que se han conocido y se conocen, a raíz de lo cual se empezó a hablar de riqueza inexplicable, aunque en realidad no sea muy difícil deducir de dónde provino o surgió dicha riqueza.
Por algo dicen que no se deben hacer cosas buenas que parezcan malas, aunque, en casos como estos más bien son cosas malas que se quieren hacer pasar por buenas.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo