Hace unos días, “El Norte” publicó una encuesta en la que claramente se dejó ver el grado de insatisfacción en cuanto al desempeño e índices de corrupción que, según la percepción ciudadana, imperó en las administraciones municipales salientes.
Hace unos días, “El Norte” publicó una encuesta en la que claramente se dejó ver el grado de insatisfacción en cuanto al desempeño e índices de corrupción que, según la percepción ciudadana, imperó en las administraciones municipales salientes.
Y aunque la encuesta únicamente se refería a los municipios del área metropolitana, puede decirse que los resultados son una muestra representativa de los del resto de la entidad.
En contrapartida, según otra encuesta publicada en el mismo diario, los nuevos alcaldes del área metropolitana inician sus gestiones con buenas expectativas de los ciudadanos, y al igual que en el caso anterior, los resultados de ésta también pueden aplicarse al resto de los municipios neoleoneses.
Así las cosas, el problema no está en el arranque sino en lo que va ocurriendo a lo largo de los meses durante el transcurso de las administraciones.
Un claro ejemplo de esto es el ex Alcalde regio, Adalberto Madero, quien concluyó su gestión en medio del bombardeo de los regidores de su propio partido, sobresaliendo lo declarado por el ex síndico del Ayuntamiento, Rogelio Sada, quien dijo: “estoy convencido de que esta Administración se llevó a su casa, conservadoramente, unos mil millones de pesos en diferentes rubros”.
Sobre el particular, es un hecho innegable que todos los Alcaldes, en mayor o menor grado, realizan obra pública y emprenden diversas acciones en beneficio de la comunidad; el problema estriba en los recursos que desvían para su propio beneficio, aprovechando aquello de que entra más obras, más sobra.
Por lo pronto, la vista está puesta en las nuevas administraciones, y, como en su matrimonio, de arranque todo es miel sobre hojuelas, lo que puede ir cambiando conforme vayan mostrando su verdadera cara, o sea, relavada y sin maquillaje.