En una reunión de la Asociación de Alcaldes de Acción Nacional celebrada recientemente en Querétaro, el ex Presidente, Vicente Fox, admitió que durante su sexenio dejó encargada su oficina en Los Pinos, y reconoció que estuvo muy poco tiempo en ella.
En una reunión de la Asociación de Alcaldes de Acción Nacional celebrada recientemente en Querétaro, el ex Presidente, Vicente Fox, admitió que durante su sexenio dejó encargada su oficina en Los Pinos, y reconoció que estuvo muy poco tiempo en ella.
El ex Mandatario sugirió a los ediles panistas apoyar a los candidatos de su partido, y les recomendó no desaprovechar la oportunidad de participar y hacer campaña como, en su momento, lo hizo él.
Ahí encárguenle a alguien la oficina. Se puede hacer eso, hay que estar con la gente, ahorita es cuando.
Al respecto, puede decirse que la intromisión de Fox no le favoreció mucho a Felipe Calderón, cuyo apretado triunfo lo consiguió gracias al apoyo de las huestes gordillistas, cuya factura aún sigue pagando.
Y es que el desempeño del señor de las botas dejó mucho que desear, pues el cambio prometido más que nada se notó en su estado civil y en las siglas del partido en el poder.
Una clara muestra de la inconformidad ciudadana ante el incumplimiento de las expectativas generadas durante el sexenio foxista, fue su comportamiento en las urnas, pues el resultado que éstas arrojaron dice más que mil palabras.
Así las cosas, más que la verborrea lo que cuenta son las acciones, incluido el trato a la ciudadanía, y, de manera preponderante, el cumplimiento de las promesas de campaña, pues su incumplimiento es lo que genera más disgusto e inconformidad y hace que la gente le busque por otro lado.
