Hace unas semanas el Gobierno estatal anunció que, previo acuerdo con los Municipios, éstos podrían en marcha operativos para retirar de la circulación vehículos que portaran placas vencidas.
Al mismo tiempo, dio a conocer que se darían facilidades a los propietarios de vehículos con rezagos de refrendos y tenencias para que cubrieran sus adeudos mediante pagos mensuales.
Al respecto, la semana pasada el Congreso pidió que se suspendieran los decomisos y se ampliara el programa de facilidades de pago para los propietarios de unidades que aún circulan con láminas anteriores.
En realidad, desde el mismo momento en que se anunció la puesta en marcha de los operativos de decomiso de vehículos con placas vencidas, también se dieron a conocer las facilidades que se otorgarían a quienes estuvieran en ese caso para que regularizaran su situación.
Sobre el particular es probable que existan personas cuya posición económica realmente les dificulta estar al corriente en el pago del refrendo de placas.
Pero también es cierto que hay mucha gente morosa, que únicamente cuando los presionan de alguna manera, o les aprieta el zapato, se preocupan por ponerse al corriente.
Por ejemplo, es un hecho que cientos de personas que regularizaron un vehículo, sólo en ese momento tramitaron las placas y nunca más volvieron a pagar un refrendo o un canje de láminas, y no precisamente por falta de recursos, pues, en realidad, el pago por este concepto no es muy oneroso.
Lo ideal sería que todos pagáramos de manera espontánea y oportuna; pero basta ver las enormes filas que se hacen cuando vence algún pago (teléfono, luz, agua, refrendo, tenencia, etc.) para pensar que esto forma parte de nuestra idiosincrasia.