Costumbres
Por lo general, se nos hace difícil pensar que las costumbres cambian con el paso del tiempo, es más, hasta nos da miedo pensar en ello, porque siempre vienen a la mente preguntas como ¿qué costumbres irán a tener las personas cuando mi hijo crezca?
Antes la costumbre era que los niños no debían meterse en las pláticas de los mayores, es más ni siquiera podían escucharlas, hoy en día los niños hasta dan su opinión cuando los mayores hablan.
Pero vayamos ahora a las costumbres de mi barrio. Me parece imposible escribir sobre las costumbres que había desde que nació el barrio, porque imagino que han de haber sido muchas y muy distintas, así es que lo haré sólo a grandes rasgos.
Allá por los años treinta, cuando nace el barrio de la carretera y hasta los años cincuenta aproximadamente, las señoras (en su mayoría) acostumbraban rezar el rosario por las tardes, los niños por su parte, jugaban pero en grande, ya que ellos mismos se organizaban y hacían cierto tipo de festivales acoplándose vestuarios de papel o de recortes de telas, las niñas hacían muñecas de trapo y los niños jugaban a las canicas… poco a poco la forma de jugar de los niños y la costumbre de rezar el rosario fue desapareciendo, ahora la gente empezaba a sacar las sillas y las mecedoras a las banquetas y los niños jugaban a la roña o a los encantados, (60's y 70's).
Actualmente muy poca gente se sienta afuera de sus casa como antes, sólo he visto a mi madre y a algunos tres o cuatro vecinos que han seguido con la costumbre.
Al final de los 70's los niños jugaban en las banquetas con patines… aún entonces la gente se sentaba por las tardes fuera de sus casas en sillas y mecedoras.
En diciembre, por esa época tenían la costumbre de “cerrar” las calles para hacer las posadas y piñatas de Navidad.
En los 80's y 90's algunos niños juegan con sus patines pero la mayoría andan en bicicletas y avalanchas, la gente mayor no tiene costumbres específicas… algunas señoras del barrio se reúnen desde hace ya mucho tiempo a jugar baraja y a merendar, otras se dedican a diferentes cosas: toman clases de corte, cocina, belleza, etc. algunos todavía rezan el rosario, pero no a diario.
Es costumbre desde 1965, que algunos señores se reúnan desde muy temprana hora de la mañana a tomar café en el negocio del señor Amado Villarreal Treviño que se encuentra por la Carretera, algunos llegan desde las cinco de la mañana y esto sucede todos los días… algunos de los “cafeceros” ya tienen récord, pues frecuentan el lugar desde hace 27 años.
Una costumbre que hemos notado entre los niños que venden chicles, pachucos o tacos por la Carretera, es que a la hora de los trailers (cuando pasa mayor número de ellos, entre las 6:30 y 7:00 p.m.) los pequeños dejan a un lado su mercancía para hacerles señas a los traileros para que con sus pesados transportes piten y cuando logran su objetivo, empiezan a saltar de gusto.
Otra costumbre que no solo es propia de los vecinos, sino de la gente de toda la ciudad, es salir a “dar la vuelta” en carro, los domingos por la carretera.
Una de las costumbres más bonitas de la gente que vive en el Barrio, es la de ayudar a las personas que van de paso y se les descompone el carro, no hay vecino que no esté dispuesto a prestar el teléfono, herramientas, o lo que sea necesario, cuántas amistades han nacido por un auto descompuesto.
Las costumbres cambian o se modifican, pero nunca terminan y a falta de algunas, aparecen otras que poco a poco toman forma y empiezan a formar parte importante de la vida de las personas.