De izquierda a derecha y de pie: Juan Manuel Montalvo Jasso, manager; Oswaldo Gutiérrez Cárdenas, Cecilio Facundo Espinoza, Leopoldo Montemayor Garza, Juan Guillermo Chapa Martínez, Roberto Cobos González, Adrián Peña Román, Sergio Guajardo Perales y Profr. Genaro Chapa Ibarra, coach. Sentados y en el mismo orden César Jasso, Roberto Hernández Flores, Mizael Villarreal Villarreal, Fernando Garza Garza, Alfonso González Flores, Humberto Vela Chávez y Rosmal Milian Camacho.
En un juego de beisbol infantil es muy importante el comportamiento del público, de los padres de familia, el trabajo de los umpires que, a decir verdad, en contadas ocasiones es valorado, pero ser manager de un equipo es una satisfacción del tamaño del mundo, con una responsabilidad del mismo calibre, un privilegio muy caro que vale la pena adquirir.
El manager tiene que conocer las facultades físicas y mentales de todos y cada uno de sus jugadores para hacer una alineación que rinda frutos, además conocer al pitcher contrario, si es derecho, si es zurdo, si es lento o malo para fildear o flojo, para tocarle con frecuencia la bola, etcétera.
Sin embargo el toque, por simple que parezca, no lo ejecutan bien ni muchos profesionales, en otras palabras, además de practicarlo, saber con quien puede salir, en fin ser manager es conocer tu gente para fabricar jugadas, si hace contacto para mandar un hit and run, si corre y sabe hacerlo para un squeeze play, si es valiente y batea con hombres en base (no cualquiera es productor de carreras) si el fildeador tiene un buen brazo para mandar un pisa y corre, si es inteligente y agarra las señas para sorprender con una jugada inesperada, para qué parte del campo batea y no se “arruga” (se asusta) si es disciplinado y va a hacer caso o jugar para el equipo, si armoniza con el resto de sus compañeros para el buen ambiente del equipo (la parte anímica es muy importante) sacarle provecho a todo es el deber del manager.
Ser manager es muy difícil y Juan Manuel Montalvo Jasso dirigió la selección Sabinas Hidalgo en la división moyote con la ayuda del Prof. Genaro Chapa Ibarra de coach e Hilario Vázquez de la Torre de coordinador.
Su aventura la iniciaron en el campo No. 1 de Contry venciendo a los seleccionados de Sierra Madre por cartones de 4 carreras a cero, siendo el autor de la blanqueada Adrián Peña tirando juego de un sólo imparable además de colaborar a su propia causa con un cuadrangular. Guadalupe Linda Vista cayó por 8 anotaciones a una ante los lanzamientos de Juan Guillermo Chapa disparando Peña su segundo jonrón.
En la final del Torneo de Área, de nueva cuenta se enfrentaron a Sierra Madre que hizo la carrera del indio en la ronda de perdedores y Adrián Peña les recetó otra blanqueada superándolos por el mismo marcador de cuatro carreras a cero.
Por el título del estado se enfrentaron al campeón del otro grupo en una serie a ganar dos de tres juegos, en el primer partido Obispado fue víctima de los envíos de Juan Guillermo Chapa por score de 7 a 4; y en el decisivo, Peña subió al montículo, y en un final de película, se alzó con el triunfo por 6 carreras a 5 para obtener el pase al torneo nacional de Ciudad Juárez en 1982