La transformación que las personas manifiestan con el proceso educativo, es muy halagadora; seres débiles y desprotegidos se convierten en luchadores sociales que, abanderando los ideales de las clases humildes se transforman en sus redentores.
Tal fue el ideal de un joven, que habiendo vivido las limitaciones de una orfandad prematura, sus atributos lo llevaron a culminar una carrera que le permitió acercarse más a los que luchan día a día por ganarse el sustento, los auxilió con toda su capacidad para que sus anhelos fueran cumplidos.
Muchas páginas deben de escribirse del paso por esta vida, del PROFR. GILBERTO HERNÁNDEZ GARZA: siendo un alumno brillante en la Escuela Primaria, se transforma en excelente alumno en la Escuela Secundaria; con una visión muy clara de lo que pretendía en su existencia, se inscribe en la Esc. Normal, asimila con propiedad cada uno de los ideales que sus Maestros vierten en su espíritu y conquista un título que le sirve de blasón para enfrentarse a la problemática de los seres humanos.
Inicia su largo peregrinar en la tarea educativa, desempeña diferentes puestos con responsabilidades distintas y llega conmigo para acompañarme en las labores de la Escuela Primaria Superior Mixta “Manuel M. García” donde destaca por su entrega y dedicación a las causas de la escuela, tiene por primera vez la oportunidad de utilizar el micrófono y lo hace con mucha propiedad; instrumento que a lo largo de su vida le sirve para fincar sus ideas.
Con perseverancia, poco a poco va consolidando su carrera y dando pruebas de su capacidad organizativa; en los diferentes puestos que desempeña encuentra maneras de servir a la población: ya sea mediante la intervención en el manejo de grupos infantiles en el área deportiva, como atendiendo la responsabilidad de institutos políticos y jefaturas de atención a la población menesterosa, acercándoles la posibilidad de adquirir un predio para fincar su casa y su porvenir.
Su meta no fue hacer riqueza, sino engrandecer el tesoro que todo humano lleva en su corazón y que a través de sus acciones, van aumentando los haberes que todos pretendemos para el más allá.
Cuando el pueblo que lo vio crecer y desarrollarse, valoró el peso de sus acciones, le confirió la suprema responsabilidad que todo ser político pretende alcanzar; le entrega la suprema tarea de administrar el pueblo y lo convierte en Presidente Municipal.
Al jurar el supremo cargo, enumera las múltiples acciones que desarrollará para lograr el progreso y bienestar de la población, desafortunadamente le corresponde interactuar con un Gobierno Estatal que no es de su partido y no recibe el apoyo que necesita para sacar adelante todos su proyectos. Se partió el alma tratando de conseguir sus metas y lo logra en parte; cuando se acerca el final de su gestión se ve atribulado por múltiples hechos fortuitos y ello pone en tensión su capacidad física.
Una vez cumplida su misión se retira a su vida hogareña y se dedica de nuevo a las labores humanitarias que lo caracterizan; de pronto una enfermedad terrible lo asedia y poco a poco va minando su existencia; recibe todos los cuidados y el amor de su esposa Sra. Maricela Ruiz y de sus hijas Nadia y Thania que lo atienden con esmero y rodeado del cariño de los suyos parte para descansar en paz.
Vida eterna para un buen hombre y un ciudadano ejemplar.
Prof. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo.