Y nadie quería quedarse al aseo los jueves…
En ese entonces no había conserje o como le llaman ahora no había personal de intendencia, en aquel entonces había que asear el salón de clases, había que asear los sanitarios, había que tener el entorno de la escuela limpio y para ello había que recoger piedras, papeles, cadillos, vidrios y más, de aquel enorme patio de la escuela y aparte de hacer todo lo antes descrito había que trapear también el corredor, aquel corredor de gratos recuerdos, donde nos resbalábamos, donde comprábamos las famosas "charamuscas", donde se jugaba a luchas en el recreo y los guardianes eran los alumnos de sexto, recordamos a la maestra de ellos a la maestra Cristina, quien no fue nunca a una Escuela Normal porque en ese entonces tal vez no existía, pero que con su rectitud y su entrega hizo un apostolado de su profesión y hoy muchos más grandes en edad que yo, deberán estarle agradecidos.
La escuela además de escuela de enseñanza-aprendizaje era también escuela de trabajo.
Nosotros a pesar de que no tuvimos muchos libros aprendimos muchas cosas, aprendimos a leer, a escribir, a cantar, a dibujar, y muchas otras cosas más.
Pero así está el mundo y éstas son "Nuestras Cosas".
Hasta la próxima.