Hoy hemos contemplado imágenes que nos llenan de orgullo y satisfacción; en un mundo lleno de noticias negativas, cuyo elemento esencial es la muerte y el derramamiento de sangre.
Hoy, han llegado hasta nosotros imágenes tiernas, llenas de amor y solidaridad. Dos factores importantes se conjugaron en esa historia: lo económico que no se midió y que al fin de cuentas anteponiéndolo a la vida, no es nada. Y en segundo espacio, la tecnología, una tecnología avanzada y sobre todo puesta al servicio de un grupo de congéneres, que vivían y aún respiraban a más de setecientos metros bajo tierra.
Gritos de alegría, lágrimas de felicidad, abrazos solidarios, fue lo que se pudo observar en esa madrugada gélida, en que miles y miles de chilenos esperaban, gracias a la tecnología, la llegada de sus seres queridos.
Por fin después de días, decenas de días, una cápsula trae a la luz del día a los mineros atrapados en la mina del desierto chileno.
Y vieron, sí empezaron a ver l luz del día Florencio Ávalos, Mario Sepúlveda, Juan Iyañez…
Enhorabuena por un éxito de solidaridad y tecnología.
Pero así está el mundo y éstas con “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.
Garza Inocencio
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo.