El respeto se ha perdido…
¿Cuántas veces la gente se “vuela” el alto o la luz roja?
¿Cuántas veces nos estacionamos donde no debemos?
¿Cuántas veces hemos observado a las mujeres embarazadas o a los ancianos trastabillar en la “pesera” o en el “camión” al ir a pie?
¿Cuántas veces hacemos sonar el claxon de nuestro auto frente a clínicas y hospitales?
¿Cuántas veces hemos ayudado a cruzar la carretera a un anciano o a un niño?
¿Cuántas veces nos acordamos de “la mamá” de aquel que llama por teléfono y resulta número equivocado?
¿Cuántas veces encendemos cigarrillos donde no debemos?
El respeto se ha perdido…
No respetamos las luces del semáforo. No respetamos los señalamientos de “No estacionarse”. No respetamos un lugar para la mujer embarazada o el anciano. No respetamos la zona de silencio en hospitales y clínicas. No respetamos las edades de ancianos o niños. No respetamos a quien nos habla por teléfono equivocadamente. No respetamos el área de “No fumar”. No respetamos el anuncio de “Silencio” en las bibliotecas. No respetamos el signo de “No bebidas embriagantes”. No respetamos el lema de “Ponga la basura en su lugar”. No respetamos el límite de velocidad.
El respeto se ha perdido…
Con todo lo anterior tenemos que pensar seriamente en lo que está pasando, tenemos que meditar sobre nuestro regreso a las aulas. Si, necesitamos volver a la escuela, para que se nos enseñe lo que es el “RESPETO”.
Pero tenemos que ir a la primera escuela, que entre paréntesis no es la primaria, ni el jardín de niños, sino tenemos que ir al HOGAR, pero desgraciadamente resulta que los profesores de ese lugar, no están ahí porque se encuentran trabajando.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.