El ser humano tiene una facultad que le permite apartar la vista de los problemas, de los desánimos, de los obstáculos que encontramos diariamente y nos motiva a mirar diariamente y nos motiva a mirar hacia delante, con fe en el éxito y con voluntad para continuar, esa facultad se llama optimismo.
Pero hay también otras fuerzas de nublan nuestra mirada y matan al optimismo.
La falta de dinero para curar al hijo enfermo. La muerte inesperada de un familiar en un accidente automovilístico. La falta de fe, para seguir luchando contra una enfermedad que nos acompañará siempre.
El estrés provocado por la falta de seguridad física y económica. El desgaste que provoca la lucha diaria por la obtención de bienes, como si fuésemos eternos.
Todo lo anterior choca con el optimismo y provoca en ocasiones amargura y desaliento y desinterés por la vida.
Sigamos luchando y ayudemos a todos aquellos a quienes vemos flaquear, continuemos por el camino viendo a la vida como un vaso medio lleno y no medio vacío.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.