Tiene trabajo, pero gana el salario mínimo, pongámosle cincuenta pesos, pero tiene que pagar renta, luz, agua, comida, vestido, etcétera.
No le alcanza lo que gana para los gastos y si llega a casa con olor a alcohol y con la “raya mocha” empiezan los problemas. ¡Hay violencia!
Los muchachos le piden dinero y él se encuentra en un estado inconveniente, no reparte monedas, pero sí reparte golpes. ¡Hay violencia!
Los muchachos se alejan de la casa, ella a la vida fácil y él tal vez al robo y al thiner. ¡Hay violencia!
La madre deja encargada al más pequeño para poder ir a trabajar o al menos intentar buscar trabajo y como no paga para que se lo cuiden, no lo tratan bien. ¡Hay violencia!
Leemos y escuchamos los spots: “Tenemos derecho a una vida sin violencia”.
Agregaríamos, tenemos derecho a una vida digna.
Pero así está el mundo y estas son Nuestras Cosas.
Hasta la próxima.