¡Hay vienen los ciclones!

La Bola Cuadrada

Ante la proximidad del ciclón "Dean", se han puesto en marcha todos los operativos de emergencia y protección civil; la instantánea comunicación de la trayectoria del meteoro, nos permite tomar las medidas para paliar sus efectos.

Los ciclones que llegan al estado de Nuevo León a fines del mes de agosto son muy peligrosos, basta con tomar el ejemplo del ocurrido en 1909, que causó más de 4,500 muertes en el Monterrey de aquel entonces y un considerable número de daños a casas, edificios, calles, avenidas y puentes.

El Observatorio Nacional de Tacubaya informó a las autoridades nuevoleonesas de la peligrosidad del ciclón, mediante una serie de telegramas, hay que recordar que no había radiodifusión, mucho menos televisión, ni la moderna carretera de la información o internet.

Ante la presencia de un Sol radiante, el gobernador del Estado, Gral. Bernardo Reyes, se fue a Galena, N. L. para evitar los fuertes calorones regiomontantos; su paz y tranquilidad fue turbada con las alarmantes informaciones llegadas de la ciudad reinera, regresando de inmediato a lomo de caballo.

En su ausencia la solidaridad de los nuevoleoneses se había hecho presente y se estableció una Junta o Comité de Solidaridad, para hacer acopio de toda la ayuda necesaria para aliviar el sufrimiento de damnificados y heridos.

En la actualidad monitoreamos a través de la televisión o el internet el avance del ciclón, además se tiene ya una cultura de la prevención, pero no está de más tomar todas las precauciones posibles.

Si "Dean" pierde fuerza al pasar por la península de Yucatán, esperaremos los remanentes, pero si azota las costas tamaulipecas y llega a Nuevo León, habrá que tener cuidado por lo endeble de las defensas de la ciudad para este tipo de casos.

La actuación de las autoridades estatal y municipal será vista con lupa por la población, asimismo, la serie de obras que se están construyendo y las hechas en otras administraciones que como siempre no pasarán la dura prueba hídrica.

"Dean" puede ser la tumba política de acelerados precandidatos y de funcionarios de medio pelo, con todo y su caterva de merodeadores del presupuesto; por lo pronto toda la fauna política se pondrá a temblar, al grito de: ¡Hay viene el ciclón!