La Escuela Secundaria Técnica 3 "Amparo de los Santos de Viejo", cuyo Director es el Profr. Eduardo Ramírez Ledezma, por acuerdo de su personal y alumnos, decidieron honrar la memoria del Profr. Cirahuén Iturbe Orozco, como un merecido reconocimiento por haber trabajado por espacio de 17 años en esta institución como un excelente maestro de Taller Básico. Para consumar este proyecto le prepararon un hermoso altar de muertos en el local de la Asociación Ganadera de Sabinas Hidalgo, el día viernes uno de noviembre de 2013; asistiendo a este evento alumnos, maestros, familiares del homenajeado e invitados especiales de la Administración Municipal.
Durante este acontecimiento el maestro de ceremonias describió el altar de muertos que estaba compuesto por siete escalones representativos de los siete pecado capitales sobre los cuales se colocaron diversos artículos usados por el difunto: ropa, comidas favoritas, herramientas de trabajo y al final en la parte superior su foto, sin faltar el camino para llegar al altar delimitado con pétalos de flores de color amarillo y una gran cantidad de veladoras encendidas.
Al concluir este festejo, se ordenó por parte del personal directivo recoger y apagar las casi cuarenta veladoras con la finalidad de evitar algún posible incendio, colocándolas sobre el piso ya que desmontarían el altar a inicio de la semana siguiente, retirándose todo el público y dejando cerrado el local.
Al día siguiente, sábado dos de noviembre, llega el guardia de ese edificio quien quedó estupefacto al abrir la puerta y observar que una de las veladoras estaba encendida y como le dio mucho miedo, no tuvo el valor de acercarse y apagarla, quedándose encendida ese día, el domingo, el lunes y el martes que llegó personal de la escuela a levantar el material, observaron que la veladora se había consumido en su totalidad, despertando la curiosidad, supersticiones y algunas suposiciones por parte de quienes fueron testigos de este raro suceso. ¿Acaso fue el alma del maestro Cirahuén que vino a encender la vela? o ¿Se habría quedado aquella vela sin apagarse por completo y al poco tiempo se volvió a encender?. Son preguntas que quedan en el aire y que no se pueden contestar con certeza, quedando en la imaginación como uno mas de tantos misterios que en la vida se nos presentan. Lo cierto es que probablemente algo inexplicable para la lógica sucedió y que nos deja con la duda de lo que realmente aconteció en aquel altar de muertos dedicado al Profr, Cirahuén Iturbe Orozco.
Recuerdo un hecho coincidente en la vida de este compañero maestro cuando en el mes de mayo de 1988, se dirigía a Laredo, Texas, acompañando al Profr. Jaime Márquez Mata quien tripulaba su automóvil y al circular por la carretera nacional, faltando aproximadamente un kilómetro para llegar a la cabecera municipal de Vallecillo, sufren un accidente, muriendo el Profr. Márquez y solamente con algunas lesiones el maestro Cirahuén, las cuales no eran de peligro. La coincidencia está en que en el mismo mes, solo que veinticinco años después, pasa a mejor vida el buen maestro Iturbe Orozco. ¿Habrá alguna relación entre ambos sucesos?, ¿Será solo una casualidad?, aquí se las dejo para su análisis y reflexión.
Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo