Aquel trágico sábado 3 de septiembre de 2011, Sabinas Hidalgo se llenó de luto al enterarse de la abrupta e inesperada partida del ameritado, distinguido y fino amigo, Profr. y Lic. Santiago Armando Vara Jiménez.
Al darnos cuenta del accidente donde pierde la vida, no lo podíamos creer, pues era un ser humano de trato cortés y amable, un hombre que supo llevar a la práctica grandes y útiles proyectos, dejando pendientes muchos otros que quedaron en sus apuntes personales y que a sus 64 años de vida, aún le quedaba un largo trecho por recorrer en el campo del saber dado su tenacidad y optimismo que le hubieran permitido continuar trabajando con verdadera vocación de servicio, evocando seguramente a uno de sus grandes maestros como lo fue el Profr. Jorge Mascareñas Valadez, quien con frecuencia en el ejercicio de su cátedra les decía a sus alumnos: “Me gusta el trabajo y de pilón me pagan”.
En lo personal, me siento muy orgulloso de haber sido su amigo, nos unía una hermosa y respetuosa amistad, amistad solo rota por su fallecimiento, pudiendo demostrarla el día de la partida de su mortal cuerpo, al despedirlo en el Salón Social de la Benemérita Sociedad Mutualista, de la cual fue miembro activo hasta el último día de su existencia.
Allí recordé ante sus familiares y numeroso grupo de amistades, los pasajes mas sobresalientes de su andar por este terrenal mundo, destacando su extraordinaria personalidad, su voz clara, segura y precisa, su gusto por la lectura y las tareas de investigación de los aconteceres históricos en especial de su querido Sabinas Hidalgo, en agradecimiento a que un día este pueblo lo recibió con los brazos abiertos y lo hizo su predilecto hijo adoptivo, noble gesto que siempre lo tuvo muy presente y lo llevó en lo mas profundo de su gran corazón; ya que después de haber concluida en el año de 1961 su educación secundaria en Anáhuac, Nuevo León, su tierra natal; deambula por la vida en busca de mejores horizontes durante 4 años, desempeñando varias actividades académicas o simples trabajos para apoyar económicamente a sus padres hasta que un día recibe la invitación de una tía, hermana de su señora madre, para que se trasladara a Sabinas Hidalgo y asi poder estudiar la carrera de maestro.
Después de superar dos inconvenientes, siendo uno de ellos el hecho de que era egresado de una escuela secundaria federal y la Normal “Pablo Livas” es del sistema estatal, el otro obstáculo lo constituía su mayoría de edad ya que estaba próximo a cumplir 19 años de vida.
Vencidos estos impedimentos gracias a la ayuda que le brindó el Subdirector, Profr. J. Arturo Solís Montemayor, presenta y aprueba en septiembre de 1965 el examen de admisión. iniciando de esta manera sus estudios normalistas y después de tres años recibe con gran satisfacción su título de Maestro en Educación Primaria, para dar inicio a su brillante trayectoria dentro del campo de la educación, desarrollando la mayor parte de ella en su pueblo de adopción hasta convertirse por méritos propios en el Director de la Escuela Normal “Pablo Livas”, institución que años atrás lo había formado como maestro y a la que en todo momento le agradecía por haberlo rescatado del anonimato hasta convertirlo en un excelente y respetado educador que con su ejemplo del diario vivir, sus interesantes y valiosas cátedras, contribuyó a la formación integral de un gran número de estudiantes, hoy profesionistas que se encuentran esparcidos a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional, porque supo como el buen agricultor, depositar la semilla del saber en tierra fértil y tener el esmerado cuidado de cultivarla hasta ver la cosecha educativa levantada. ¡Asi fue en vida mi estimado y fino amigo, Santiago Armando Vara Jiménez!
Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo