Los Urdiales, Nuevo León

De Solares y Resolanas

La comunidad de los Urdiales era una de las diez haciendas y ranchos que conformaban la municipalidad de Monterrey entre el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX; entre las cuales estaban San Bernabé del Topo Chico, los Tijerina, Doctor Gonzalitos, San Jerónimo, el mineral de San Pedro, el Ancón, Labores Nuevas, los Cristales y los Urdiales. Los ranchos eran Piedra Parada, la Hedionda Chica, las Boquillas y los Remates. Con el crecimiento de la mancha urbana, esos poblados se fueron fusionando o integrando a los nuevos centros habitacionales y convertidos en colonias; perdiendo con ello su categoría de congregaciones y pueblos.

Un informe correspondiente a los primeros años del siglo XX, situaba a Los Urdiales a 6,285 metros al noroeste de la plaza Zaragoza, asentado en un pequeño valle que se formaba rodeado de las estribaciones de la sierra de las Mitras, el cerro del Topo y del Obispado. Para llegar al viejo casco de la hacienda, se salía de Monterrey por la calle de Aramberri; se pasaba por entre los dos panteones, el del Carmen y Dolores. Al llegar a fleteros y la cigarrera, se cruzaba las vías de ferrocarril y Madero. Ahí comenzaba la antigua avenida Urdiales que pasaba cerca de las facultades de medicina y odontología y a menos de medio kilómetro aparecía el centro agropecuario en donde sobresalían las fincas rústicas, un gran centro productor de lácteos, los corrales y los montes en donde pastaban las vacas, las cabras y las aves de corral.

En los señoríos territoriales de la hacienda, ahora se levantan las colonias Mitras centro, sur, parte de la norte y el fraccionamiento Bernardo Reyes, un sector de las colonias Cumbres y Vista Hermosa, todo el campus de la salud de la UANL, los panteones El Tepeyac y el Roble y el gimnasio Nuevo León. La vieja comunidad agrícola fue absorbida por la mancha urbana y con ello, perdió a sus viejos habitantes y sus costumbres. Ciertamente ganó otras de carácter urbano. Actualmente ésta zona habitacional es una colonia más de Monterrey, pero en su tiempo llegó a ser la tercera comunidad más importante después de la ciudad capital y del Topo Chico. ¿Quién no recuerda a sus bailes y demás diversiones a las que asistían personas de los alrededores? Las visitas para comprar huevos o productos lácteos. Para quienes llegaron a residir en la naciente colonia Mitras a mediados del siglo XX, un pueblo, un rancho más cercano a la colonia Mitras.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina