El planeta Marte es uno de los que más despiertan curiosidad en los terrícolas. Desde hace mucho tiempo, nos vendieron la idea de que los extraterrestres vienen de allá, por eso les llaman marcianos y se trasladan en naves en forma de platillos voladores tan veloces que pueden romper fácilmente la velocidad de la luz. A Marte se le puede ver desde una triple perspectiva: una mitológica en la cual sobresale una relación con uno de los dioses olímpicos, como parte esencial de la astrología y como planeta.
En la mitología griega, Ares es el dios de la guerra. En consecuencia personificaba la violencia, la fuerza bruta y todas las calamidades que se presentan en una batalla como la muerte, la destrucción, el tumulto y la confusión. Ares nació en la antigua Tracia, región del sudoeste de Europa, en la actual península de los Balcanes. Fue hijo de Zeus y de Hera. Hermanastro de Atenea, encarna todo lo contrario a ella que representa a la meditación, la paz y la sabiduría; aunque armada y dispuesta a la batalla, defiende a los seres humanos de los estragos de la guerra. Ares gustaba de engañar a Hefesto, manteniendo relaciones con su esposa Afrodita. Enojado mandó tejer una red casi invisible que atrapó Ares y Afrodita. Entonces mandó llamar a los dioses del Olimpo para que vieran la calidad del dios de la guerra como de la diosa de la belleza. Y no los dejó en libertad hasta que consumaron su amor y prometieron ya no engañarlo jamás. Obviamente que Ares y Afrodita continuaron con sus relaciones furtivas.
Los pueblos helénicos temían de Ares, pues siempre participaba en asuntos de guerra e intervención militar de acuerdo a su conveniencia. Por eso lo llamaban asesino, bestial y el manchado de sangre. Se dice que sus padres y hasta sus propios hermanos lo odiaban por los visos y las secuelas destructivas que dejaba, en especial las plagas, las epidemias, la enfermedad y la desesperanza. Ares tuvo una hermana llamada Enio, a la cual consideraban la diosa del derramamiento de sangre. Entre sus hijos destacan Deimos y Fobos, quienes personificaban al Terror y Temor. De niño tuvo una niñera llamada Teritas, palabra que tiene que ver con lo bestial.
A Ares se le representa con una armadura de bronce, con un casco reluciente, escudo y una lanza con la cual derrotaba a sus adversarios. Regularmente viajaba en un carro tirado por cuatro sementales que respiraban fuego. En la mitología clásica, relacionaban a Ares con las lechuzas, los pájaros carpinteros, los buitres, el perro y los romanos vieron a la loba como el mito fundante derivado de Marte. Según los argonautas, los pájaros destructores leales a Ares, tenían unas plumas las cuales caían como dardos sobre sus enemigos. Estas aves eran guardadas por las amazonas en un altar que le habían dedicado en su honor. Ellos creían que el vellocino de oro estaba colgado en un roble perteneciente a un bosque consagrado en honor a Ares.
El martes es el día dedicado en su honor. Los romanos convirtieron a Ares en Marte, a quien convirtieron en su máxima deidad, pues consideraban que sus fundadores, Rómulo y Remo eran hijos de él. Al igual que los etruscos, también le van a rendir culto como dios de la agricultura. Los latinos pensaban que Hera había concebido a Marte cuando tocó una flor.
En la astrología, Marte rige a Aries y la primera casa del zodiaco. Representa la energía primaria, la capacidad de autoafirmación y el instinto de supervivencia. En la carta astral, nos muestra cómo conseguimos lo que queremos en la vida. Quienes están a su amparo, anteponen sus deseos a la de los demás. El carácter de un Aries no solo tiene que ver con la ferocidad, sino también con la temeridad y el heroísmo. Por ello están repletos de energía y vitalidad los cuales necesitan canalizar, de lo contrario se tornan egoístas y agresivos. Entonces recurren a la práctica de actividades deportivas y al aire libre. Su símbolo es el círculo del espíritu coronado por una flecha. Originalmente tenía una cruz, contrario al signo de Venus.
A Marte se le conoce como el planeta rojo pues presenta al observador del cielo un aspecto rojizo. Su color procede de la abundancia de óxido de hierro y de ahí que al rojo también se le relacione con las pasiones, la ira, la venganza y el coraje. Quienes mejor encarnan los valores de Marte, son sus hijos, los nacidos entre el 21 de marzo y el 21 de abril. Es el primer signo del zodiaco y por ello, tienen que ver con los inicios y el comienzo de todas las cosas. En consecuencia gustan de los retos y las cosas nuevas. El símbolo de Aries es el carnero y son propensos a encarar la vida con coraje y decisión. Aries es un signo de fuego. Para las antiguas civilizaciones, el carnero representaba la fertilidad y la fuerza creativa. A un Aries se le reconoce por la cabeza: son muy inteligentes y racionales pero tercos y obstinados. Su color distintivo es el rojo el cual tiene que ver con lo potente, lo dinámico y con la ira. Por eso la planta más representativa de los Aries es la espina y el cardo, dañan, causan heridas pero estimulan a la vez a conseguir las cosas a pesar de las adversidades.
Marte es el cuarto planeta del Sistema Solar. Se le conoce como el planeta rojo por su tonalidad. Los romanos lo identificaron con la sangre. Su radio ecuatorial mide casi 3, 400 kilómetros, la mitad del tamaño de la Tierra. Su atmósfera está formada principalmente por dióxido de carbono. Las sondas nos muestras una atmósfera más compacta y en su orografía se pueden apreciar surcos, islas y costas. Siempre se ha pensado que en Marte hay vida o al menos la hubo. De ahí que cuando pensemos en extraterrestres, inmediatamente se nos viene a la mente el nombre de marcianos. Las observaciones astronómicas demuestran que no tiene, aunque podría haberla tenido en el pasado. En las condiciones actuales, Marte es estéril y no puede tener vida. Su suelo es seco y oxidante; además recibe del Sol demasiados rayos ultravioletas.
Marte es, después de Venus, el objeto más brillante en el cielo nocturno. El tono rojizo de su superficie se debe a la oxidación o corrosión. Las zonas oscuras están formadas por rocas similares al basalto terrestre, cuya superficie se ha erosionado y en consecuencia adquirió la tonalidad rojiza. Posee dos pequeños satélites naturales llamados Fobos y Deimos. Sus nombres fueron puestos en honor a los personajes de la mitología griega que acompañaban a Ares. Según los últimos estudios, se han encontrado yacimientos de agua en estado sólido en el interior del planeta. De todos los planetas de nuestro sistema, es el más prometedor para encontrar agua y del cual todavía, de acuerdo a la ciencia y ficción, se cree haya vida y que regularmente visitan la Tierra. Pero su forma de vida no depende del carbono, sino del silicio y del cuarzo.
Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina