Lic. Antonio Guerrero Aguilar

Ignacio Zaragoza y el 5 de mayo

De Solares y Resolanas

Lic. Antonio Guerrero Aguilar

Zaragoza es la capital de la región de Aragón. Es considerada la cuarta ciudad más importanta de España y está en la confluencia de los caminos que van a Tolousse en Francia como Barcelona en Cataluña y la capital Madrid.

Lic. Antonio Guerrero AguilarZaragoza es la capital de la región de Aragón. Es considerada la cuarta ciudad más importanta de España y está en la confluencia de los caminos que van a Tolousse en Francia como Barcelona en Cataluña y la capital Madrid. Además es la sede de la Virgen del Pilar considerada como la patrona de la Hispanidad. Precisamente Zaragoza fue fundada por un emperador romano César Augusto que le impuso el nombre de César Augusta y por ello la ciudad tiene su nombre: es la César Augusta de la cual se deriva y convierte en Zaragoza.

Sabemos que Miguel de Zaragoza (1806-1851) fue un militar veracruzano que asistió a Texas para participar en la defensa de esa región. Ahí conoció a María de Jesús Seguín, descendiente de una de las principales familias fundadoras del territorio en el siglo XVIII. Del matrimonio de ellos nació Ignacio Zaragoza en 1829 en el Presidio de la Bahía del Espíritu Santo, actual Goliad en Texas. Pero la familia se trasladó a Matamoros y luego a Monterrey cuando Texas obtuvo su independencia en 1836. Curiosamente un pariente de ellos Juan Nepomuceno Seguín, fue uno de los principales promotores de la independencia texana y llegó a ocupar puestos relevantes en la República de Texas.

Zaragoza se dedicó al comercio y luego a las armas. Pronto pasó a formar parte de una generación de pro hombres norestenses que se distinguieron en acciones bélicas a favor de la integridad y defensa de la región. Estuvo a las órdenes de Santiago Vidaurri, con el que rompió posteriormente por distintas posiciones de índole política. Sabemos que en 1857 Zaragoza se casó con una joven originaria de San Nicolás Hidalgo, actual Hidalgo, Nuevo León. Toda una historia de amor que después trataremos en otro artículo.  Durante un año Zaragoza se retiró de las armas para luego apoyar a los liberales que sostenían el proyecto de Benito Juárez durante la guerra de la Reforma. Asistió a diversas batallas en donde ganó fama por sus estrategias militares que le valieron importantes triunfos. Especialmente la de derrotar al general Leonardo Márquez, el llamado Tigre de Tacubaya, tal vez contemporáneo suyo en la región, pues Márquez sirvió en el presidio de Lampazos.

Pero el episodio con el cual se llenó de gloria, es el de la batalla del 5 de Mayo. La historia está hecha de acontecimientos dignos de ser recordados y éstos pueden ser larga duración o complejos o instantáneos o elementales. En la primera categoría está la guerra de Independencia que abarca de 1810 a 1821. Y los segundos son los acontecimientos que provocan un cambio inesperado. Y eso fue precisamente el 5 de Mayo de 1862.

Al triunfo liberal en la Guerra de la Reforma, México quedó endeudado con España, Gran Bretaña y Francia. El presidente Juárez admite la imposibilidad de pagos y eso hace que las tres potencias se reúnan. España y Gran Bretaña aceptan la moratoria de pagos, pero no así Francia que vio la posibilidad de establecer un colonia ultramarina en México. Es cuando Napoleón III apoyado por diversas instituciones monárquicas y regiones de Europa, deciden una invasión a México.

Francia en ese entonces tenía al mejor considerado ejército de la época. Llegan a México en abril de 1862 y avanzan con rumbo a la ciudad de México para apoderarse de ella. Zaragoza ocupaba la cartera de ministro de guerra, a la cual renuncia para participar activamente en la defensa de la ciudad de Puebla y así evitar el avance del ejército invasor. Y lo logró apoyado por cerca de 4 mil soldados mexicanos provenientes de distintas regiones y castas, que hicieron huir al ejército encabezado por el jefe militar Lorenzes.

De lado de Zaragoza se hallaban  Porfirio Díaz, Felipe Berriózabal, Juan Méndez y Lázaro Garza Ayala, por cierto, quien siendo secretario de Zaragoza redactó la célebre frase “las armas nacionales se han cubierto de gloria”. Ese acto heroico hizo posible que el ejército francés tardara en tomar la ciudad de México y elevó el heroísmo y el sentido de pertenencia de los mexicanos que se hallaba debilitado después de las graves derrotas que el ejército norteamericano había infringido a las armas nacionales. Por eso se dice que la Batalla del 5 de mayo fue más bien un triunfo moral.

El 5 de Mayo es tan importante que hasta en los Estados Unidos, todos los mexicanos y descendientes de ellos celebran en forma similar a dicha fecha como si fuera la del 15 de septiembre. Es tan relevante porque se le considera el inicio de la segunda independencia nacional. Lamentablemente entre 1994 y 2000, un presidente pensando que los mexicanos teníamos muchas fechas conmemorativas que a la vez servían para descansar, decidió cancelar muchas fiestas importantes, entre ellas la del 5 de Mayo.

Zaragoza murió al poco tiempo pues se sintió afectado por la fiebre tifoidea el 8 de septiembre de 1862. Sus restos fueron llevados hasta el Panteón de San Fernando con las honras fúnebres correspondientes a los grandes hombres de nuestra historia. De hecho fue declarado “Benemérito de la Patria” por el mismo Presidente Licenciado Benito Juárez.

En ésta época tan necesaria de referencias históricas y de valores cívicos que guíen nuestra vida pública, vaya un homenaje a todos aquellos que murieron por dejarnos patria.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina