No cabe ninguna duda que “la educación brinda a la gente la oportunidad de soñar y los medios para convertir esos sueños en realidad”.
Y es una gran verdad que “por la ignorancia se desciende a la servidumbre, y por la educación se asciende a la libertad”.
Por ello se considera positiva la medida del Presidente Felipe Calderón, quien firmó un decreto que permitirá deducir de impuesto el pago de colegiaturas en escuelas particulares.
De esta manera se podrá deducir parte de la colegiatura en la declaración anual del Impuesto Sobre la Renta (ISR) del próximo año.
El decreto en cuestión, firmado por el Presidente el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, beneficiará a más de tres millones de alumnos que estudian en escuelas privadas, desde preescolar, hasta preparatoria.
Sin embargo, también dicen “no hagas cosas buenas que parezcan malas”, pues, aunque se pregona que “la Educación es la mejor inversión que puede hacer un político”, en este caso particular, a la palabra “inversión” puede dársele una interpretación distinta, pues habiendo visto otras medidas tomadas por el Presidente Calderón, podría pensarse que la firma de este decreto se hizo con la mirada puesta en el 2012, pudiendo, por tanto enmarcarse dentro de la lucha sucesoria.
Como era de esperarse, de inmediato se dejaron escuchar las voces de prominentes miembros de los partidos de oposición criticando la medida calderonista, la cual consideran electorera, señalando, de paso, que ello confirma que, históricamente, el PAN siempre ha favorecido a quienes más tienen.
Sea o no exacto todo lo anterior, lo cierto es que este decreto nació contaminado, y, para emparejar, bien podría el Presidente detener el constante aumento a las gasolinas y anunciar una disminución a las tarifas de la energía eléctrica. ¿No cree usted?
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo