A raíz de la estrepitosa derrota que sufrió el PAN en los comicios del pasado 5 de julio, el CEN panista integró una Comisión de Reflexión y Análisis de los Procesos Electorales 2009, al frente de la cual designó al político nuevoleonés José Luis Coindreau.
A raíz de la estrepitosa derrota que sufrió el PAN en los comicios del pasado 5 de julio, el CEN panista integró una Comisión de Reflexión y Análisis de los Procesos Electorales 2009, al frente de la cual designó al político nuevoleonés José Luis Coindreau.
Posteriormente, el sábado 12 de septiembre, se realizó una sesión donde la mencionada comisión dio a conocer su diagnóstico a los consejeros, señalando lo que influyó en la derrota electoral nacional de julio pasado.
Entre otras causas mencionaron que el partido se alejó de sus orígenes y que no se pudo frenar el activismo de los Gobernadores del PRI, aunque los del PAN no curten malas baquetas, basta recodar a los mandatarios estatales de Jalisco y de Guanajuato, lo que su plasmó en el reporte, al señalarse que algunos comités y Gobiernos panistas incurrieron en las prácticas del PRI.
Así mismo, señalaron la falta de estrategia del CEN, particularmente del entonces presidente albiazul, Germán Martínez, pues la gente no estaba interesada en pleitos ni en escuchar críticas, sino propuestas; esta ocasión, a diferencia del 2006, a los panistas no les dio buenos resultados la guerra sucia.
Otra falta estuvo en la selección de candidatos, pues en varios casos las designaciones fueron por dedazo, método que provocó desánimo y mucha inconformidad y acrecentó los conflictos internos, habiendo faltado, además, operación en los Estados para superar dichos conflictos.
Otro pecado señalado por la comisión fue el incumplimiento del Gobierno Federal en generar empleos, una de las principales promesas del Presidente Calderón durante su campaña, amén de que no funcionaron las alianzas con el SNTE y el Panal, lo que vino a comprobar que, en ocasiones, más vale solos que más acompañados.
Queda por verse si los albiazules aceptan con humildad los errores cometidos y hacen lo necesario para corregir el rumbo. Y, si no, que con su pan se lo coman.