José Castgellanos Maldonado

A propósito de… Chapulines

A propósito de...

José Castgellanos Maldonado

A principios de la semana pasada, “El Norte” publicó que 28 diputados locales se aprestan a dar el “chapulinazo” a otro puesto, para lo cual tendrían que dejar la curul a principios del 2009 a fin de poder dedicarse de lleno a trabajar para alcanzar su nueva meta.

José Castellanos MaldonadoA principios de la semana pasada, “El Norte” publicó que 28 diputados locales se aprestan a dar el “chapulinazo” a otro puesto, para lo cual tendrían que dejar la curul a principios del 2009 a fin de poder dedicarse de lleno a trabajar para alcanzar su nueva meta.

Entre los “chapulines” también se enlistan a 7 diputados Federales, así como a un considerable número de funcionarios del Gobierno estatal y de los municipios del área metropolitana.

Y, aunque no se mencionaron, es un hecho que entre las personas que aspiran a otro cargo también figuran funcionarios de muchos otros municipios del área rural.

Esta situación no es ninguna novedad, pues sólo se está repitiendo algo que ocurre cada vez que hay elecciones, sean éstas a nivel federal, estatal o municipal.

Ahora bien, es obvio que una desbandada en el Congreso o en una administración, de una u otra manera causa trastornos, pues se tiene que echar mano de los suplentes o designar a otras personas para suplir a los funcionarios atletas (por aquello del brinco).

Al respecto, desde siempre se han dejado escuchar opiniones de gentes criticando dicha práctica, sobre todo en los casos de funcionarios de elección popular.

Y es que, mientras a los funcionarios de una administración los designa y puede removerlos el Alcalde, el Gobernador o el Presidente, según se trate, los funcionarios electos participaron en una elección que, además de costosa, motivó a muchos ciudadanos a acudir a las urnas mediante la promesa de desempeñar el cargo con honradez y, sobre todo de tiempo completo.

Aunque es difícil que quieran hacerlo, porque “atentaría” contra sus intereses, ojalá que a quienes les corresponde hacerlo se animaran a legislar sobre el particular a fin de obligar a los funcionarios de elección popular a permanecer y cumplir a hasta el último día (salvo en caso de deceso) del periodo para el cual fueron electos.