Por esta vez, en lugar de hablar de la nueva ocurrencia de Fox, quien ahora pretende montar su corcel y cabalgar hacia el sur del Continente con la intención de solucionar los problemas en otros lares, lo que suena risible, cuando en nuestro país sigue habiendo injusticias y una monstruosa desigualdad, y la valentía que ahora le está brotando brilló por su ausencia durante su sexenio, particularmente en el tema de la inseguridad, que en su gestión tomó tintes dramáticos que ahora nos tienen con el Jesús en la boca.
Esta ocasión, me voy a permitir recordar que fue aproximadamente en el año 1978 cuando con la anuencia de Doña Josefina y del profesor Jorge, empecé a escribir la columna “Simplemente una opinión”, aunque mis pininos en este semanario (N.E.: Semana Regional) fueron unos años antes, escribiendo pequeñas notas sobre las actividades de las autoridades municipales.
Luego de algunos años, sin poder precisar exactamente cuántos, y varios cientos de columnas, cambié el título a mi colaboración, que, desde entonces a la fecha aparece con el encabezado “A propósito de”.
Obviamente, cuando escribo lo hago con la esperanza de que haya quien distraiga un momento de su valioso tiempo para leer esta columna, y, como dice el admirado Armando Fuentes Aguirre, me consta que existen cuando menos cuatro lectores que lo hacen.
Desde luego, no todos coincidirán con mi punto de vista, pues, al fin y al cabo es simplemente una opinión.
Así las cosas, mientras Dios me conceda salud y el profesor Jorge me siga brindando un espacio en su periódico, espero continuar escribiendo y seguir contando con la atención de los amables lectores que me hacen el favor de leerme.