Otras de las satisfacciones que obtuvo en sus tiempos de estudiante de la Normal, fueron el haber sido integrante del ballet folklórico de esta escuela, así como aquella oportunidad de demostrar su disciplina, su recia y seria personalidad al fungir como sargento de la escolta representativa de su escuela, teniendo además el honroso honor de representar a su comunidad estudiantil en varios congresos normalistas los cuales se celebraron en diversas ciudades como: Monterrey, Saltillo, Galeana y la ciudad de México.
Su servicio social como normalista los llevó a cabo durante dos años; ambos en la Escuela Primaria "Manuel M. García", el primero de ellos fue durante el ciclo escolar 1966-1967, desempeñándose como auxiliar de sexto grado, en el grupo que estaba a cargo de su titular, la Profra. Aurora Cervantes Mascorro. Durante este tiempo el servicio social lo hizo con mucha entrega y dedicación a pesar de no percibir alguna remuneración económica. Para el segundo año de practicante normalista le fue asignada la titularidad de un grupo de cuarto grado, siendo entonces que recibe por primera ocasión, un sueldo en el campo de la educación, mismo que le sirvió para pagarse sus gastos como estudiante, constituyendo por otro lado una recompensa aunque pequeña, por su esfuerzo, dedicación y tenacidad; sintiéndose muy orgulloso pues al fin recibía los primeros frutos dentro de esta noble profesión a la que tanto amó y disfrutó.
De cuando en vez, el Profr. Santiago recordaba gratamente aquellos dos años como un lapso de tiempo inolvidable, ya que allí fue donde se afianzó y consolidó su vocación de servicio al tener la suerte de contar con las sabias orientaciones de maestros de gran experiencia tales como: Abiel H. Mascareñas Valadez, Aurora Cervantes Mascorro, Porfirio Ibarra, Julieta Llanes, Teresa Reséndez Alejandro, Consuelo Cervantes Mascorro, Ovidio González y Blanca Deyanira Chapa, agradeciendo a todos ellos su valioso y desinteresado apoyo.
Por fin en junio de 1968, ve realizado uno de sus mas grandes anhelos al recibir su título de profesor de educación primaria, aunque en su mente desde que fue estudiante normalista, tenía como meta y obsesión el llegar algún día no muy distante, el convertirse por méritos propios en catedrático de su bien amada Escuela Normal; objetivo que buscó por todos los medios que estuvieron a su alcance, por ello recién titulado acude ante el Director de Educación en el Estado de Nuevo León, Profr. y Lic. Rogelio Villarreal Garza, solicitándole ayuda para ingresar como maestro de la Normal "Pablo Livas". Esta aspiración fue truncada ya que le argumentaban que estaba aún muy joven, no contaba con la experiencia adecuada, así como años de servicio, escalafón y preparación profesional necesaria para tan grande responsabilidad académica; por tal motivo no se le pudo ayudar para que cumpliera sus deseos, no obstante tuvo la fortaleza espiritual para no desanimarse y continuar con su firme deseo de verse realizado como catedrático normalista.
Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo
