Tengo orgullo de ser del nuevo reino de León

De Solares y Resolanas

Hablar del Nuevo Reino de León, necesariamente nos lleva a referirnos a Luis Carvajal y de la Cueva. Un personaje inquieto a quien le debemos la fundación y promoción del Nuevo Reino de León. El nació en Mogodouro, Portugal en 1539. Entre 1549 y 1562 estuvo al servicio de la corona de Portugal en las posesiones que mantenían en África. Regresó a Lisboa y después a Sevilla en donde conoció a Guiomar Nuñez de Rivera con quien se casó en 1564. Vivió en Lisboa hasta que salió con rumbo a la Nueva España en 1567, fijando su residencia en la región del Pánuco en 1568. Ahí se hizo de una hacienda ganadera y al año siguiente fue electo alcalde ordinario de Tampico el Viejo en el actual estado de Veracruz. Le tocó enfrentar las bandas de piratas ingleses y también sofocar las sublevaciones de los indios Xalpa.

En 1573 Carvajal participó en una expedición hacia Mazapil comandada por el capitán Francisco de Puga. En éste viaje hizo amistad con un grupo de aventureros, principalmente de origen portugués entre los cuales destacan Alberto del Canto, Diego de Montemayor, Gaspar Castaño de Sosa y Manuel de Mederos, quienes se dedicaban a la trata de esclavos indígenas para venderlos como mano de obra barata a los minerales del norte de la Nueva España. El conocimiento de la región y su trato con inmigrantes judíos portugueses que habitaban estas tierras correspondientes a la Nueva Vizcaya, le fueron de mucha utilidad para organizar el plan de colonización de una nueva provincia o reino al servicio de la corona española.

Carvajal regresó a Tampico y volvió a recorrer la zona en varias ocasiones, dedicándose a esclavizar indios. Para 1576 figuraba como capitán militar de la Huasteca y para el año siguiente era juez en la región del Pánuco. Al concluir su gestión acudió a la ciudad de México a informarle al virrey Martín Enríquez de Almanza, acerca de sus servicios que había prestado a la corona de España, luchando contra los piratas, pacificando y comerciando con indios y haciendo rutas entre la costa y los principales centros mineros de la época. Recompensando su trabajo, consiguió de parte del virrey amplias recomendaciones para presentarse ante las cortes de España. Luis Carvajal embarcó en el puerto de Veracruz hacia España el 5 de febrero de 1578, llegando a Sevilla el 3 de Julio del mismo año. Aprovechó el tiempo para visitar Medina del Campo, a sus familiares en Mogodouro y después viajó a Madrid acompañado por su esposa en donde permaneció diez meses.

Apoyándose en las recomendaciones del virrey de la Nueva España y en su holgada posición económica, logró presentarse ante la corte del rey Felipe ll de España. El 31 de mayo de 1579 consiguió hacer las capitulaciones con la Corona de España a cambio de una fianza de ocho mil ducados. Felipe ll rey de España decretó la creación del Nuevo Reino de León y nombró a Carvajal su primer gobernador otorgándole derechos para descubrir, pacificar y poblar una extensión de tierra de hasta 200 leguas de largo por otras mismas de ancho en una región perteneciente al norte de la Nueva España, precisamente al noreste de la desembocadura del río Pánuco. También adquirió el derecho para traer cien pobladores siempre y cuando fuesen cristianos viejos o no fuesen judíos o moros recién conversos. También le otorgó el derecho de nombrar sucesor pues carecía de descendencia en el momento de hacer las capitulaciones.

La inmensa superficie de la nueva provincia o reino abarcaba 70 millones de hectáreas. Un cuadrado de mil kilómetros por lado. En ese vasto territorio surgieron los actuales estados de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, parte de Zacatecas, Durango, Sinaloa, San Luis Potosí y de Texas. En las capitulaciones se mencionaba que los límites de la misma se conformaban por la frontera con los reinos de Nueva Galicia y Nueva Vizcaya. De los primeros cien pobladores, sesenta de ellos labradores casados y con sus familias. Y el resto soldados o artesanos los cuales estaban obligados a combatir, pacificar y cristianizar a los indios de la Huasteca y a hacer las poblaciones en donde fueran necesarias. También debían reconocer las doscientas leguas tierra adentro y establecer puertos desde Tampico a la Florida. Las capitulaciones prohibían hacer esclavos a los nativos de la región. Carvajal salió de España el 10 de Junio de 1580 en una embarcación llamada Santa Catalina llegando a Tampico el 25 de agosto del mismo año. Muchos de los pobladores se comenzaros a dispersar tan pronto pisaron tierra firme y emigraron a otras regiones de la Nueva España.

No obstante Carvajal logró reunir un grupo de cuarenta hombres con los que inició la colonización de los territorios a él encomendados. Y desde luego también lo acompañaron algunos pocos campesinos españoles y portugueses con sus familias, quienes se instalaron como los primeros pobladores del Nuevo Reino de León entre los que destacan su sobrino de nombre Luis Carvajal el Mozo, Lucas de Linares, Manuel de Mederos y Gaspar Castaño de Sosa. A principios de 1582, Carvajal y su comitiva llegaron a Saltillo perteneciente a la Nueva Vizcaya; fundada tiempo atrás por Alberto del Canto. Cambió autoridades, y los funcionarios se pasaron al bando de Carvajal. Muchos de ellos eran judíos de ascendencia portuguesa y ya mantenían cierto trato con Carvajal. Ya como gobernador del Nuevo Reino de León estableció poblaciones en la villa de la Cueva, la ciudad de León, hoy Cerralvo, la villa de San Luis en Santa Lucía en donde nombró como alcalde a Gaspar Castaño de Sosa y Almadén, hoy Monclova.

El Nuevo Reino de León fue un territorio administrativo del imperio español, políticamente gobernado y dependiente del virreinato de la Nueva España y eclesiásticamente dependía de la Nueva Galicia. Llamado así en honor al antiguo Reino de León en España, la cual fue originalmente una colonia militar que los romanos llamaron Legio Septima Gemina, una de las tres legiones que protegían el norte de la península ibérica. Ya en la Edad Media se acortó el nombre para quedar en León y en consecuencia el león, quedó como símbolo y emblema del reino. El Nuevo Reino de León gobernado en tiempos de Carvajal permaneció aislado, pues la comunicación era afectada por la distancia y los malos caminos a las principales poblaciones de la Nueva España. El Nuevo Reino de León mantenía poblaciones en lo que actualmente son Monterrey, Monclova, Cerralvo y Saltillo y las familias fundadoras provenientes de España formaban un grupo de una treintena de personas en cada localidad local.

El reino se fundó cuando los reyes de España estaban decididos a no pagar más viajes de exploración, pero dieron la libertad a quien quisiera hacerlo, siempre y cuando lo hiciera con sus fondos y por su propia cuenta. Luis de Carvajal y de la Cueva consiguió con el rey Felipe II, los derechos de conquista, pacificación y población del territorio otorgado a su cargo. Esta negociación está inscrita en un documento firmado en la ciudad de Toledo, con fecha del 31 de mayo de 1579. Carvajal dominó en poco tiempo todo el territorio y para ello contaba con el apoyo de tres tenientes de gobernador, uno para cada zona: Felipe Núñez en la zona de Pánuco, Gaspar Castaño de Sosa al noreste y Diego de Montemayor desde Santa Lucía a Mazapil. Carvajal radicó en la villa de San Luis.

Tiempo después se le acusó de apoderarse e invadir territorios que su gobierno no abarcaba. En 1583 el virrey Lorenzo Suárez de Mendoza, conde de Coruña lo mandó investigar para comprobar si eran ciertas las acusaciones que le adjudicaban. Las cosas se ponían mal para Carvajal: en 1584 hubo una rebelión de indios en la ciudad de León, provocando una ola de violencia que terminó con la villa. Luego comienzan las rivalidades entre del Canto y de Montemayor. En 1585 Carvajal volvió al reino después de permanecer en México por encarcelamiento. Pero las autoridades de la audiencia y del virreinato estaban empeñadas en molestarle. En 1588 regresó a la ciudad de México en donde fue sometido a un juicio en la inquisición. Se le acusó de practicar la ley de Moisés y por ser descendiente de cristianos nuevos. Fue absuelto y murió en 1596 lleno de pesadumbre a decir del cronista Alonso de León.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de Santa Catarina