La tierra como madre y los indios como fruto de ella

De Solares y Resolanas

Cuando Colón llegó a las Antillas, tenía la intención de servir como juez en la distribución de la tierra que se estaba conociendo, la autoridad pontificia intervino en la división del mundo español y del portugués a través de las bulas Eximiae devotionis sinceritas en 1493 y en la Intercoetera. El Papa Alejandro VI apoyado por sus geógrafos, estableció una línea imaginaria que iría de polo a polo y debía pasar como meridiano a 100 leguas de las islas Azores y Cabo Verde, de manera que lo que estuviera al este pertenecerían a Portugal y lo que estuviera al oeste sería de la Corona Española.

Sentada la legalidad en torno a la posesión de la tierra por parte de los españoles, comenzaron éstos a hacer sus fundaciones y a consolidar sus establecimientos por medio de ocupaciones realizadas conforme a derecho y por medio de conquistas. Ciertamente que los europeos venían con la intención de ensanchar las posesiones de sus coronas junto con lo que estaba en ellas, incluso sus pobladores a los que en un principio no consideraron humanos. Después de llegar a la conclusión de que si eran humanos, se acordó respetar a los antiguos pobladores, a sus creencias y a sus tradicionales formas ancestrales de vida.

Se suponía que los indios no serían despojados de sus tierras siempre y cuando reconocieras a los reyes y se convirtieran al catolicismo y les pagaran sus tributos. A esto se le llamaba Donación Apostólica. De ahí que los indios reconocieran voluntariamente la autoridad real para que fuera legítima y el tributo rendido a favor de España. A partir del 13 de agosto de 1521 el antiguo imperio mexica quedó incorporado a la cultura occidental.

De pronto, los soldados con fama de aventureros y licenciosos, nobles arruinados o antiguos presidiarios se convirtieron en señores y amos de las tierras a las que llegaron. Los indios fueron sometidos a la Encomienda, con la cual la Corona encomendaba a los indios a los españoles su educación y cuidado, a cambio de que trabajaran para ellos. Para ello los encomenderos debían proteger la tierra a la que consideraban era del rey. Esto provocó un estado de explotación de los indios.

Pero la encomienda como modo de posesión, data del 27 de diciembre de 1512 se constituyó la primera legislación indiana conocida como Leyes de Burgos, con la cual se establecía que los indios debían estar cerca de los españoles para procurar su conversión. Para ello se formalizaba y se organizaba el reparto de la tierra para los conquistadores y como dádiva los indios venían con tierra que se obtenía.

En sí, la encomienda implicaba la prestación de servicios por parte del elemento indígena a cambio de la protección, organización, civilización y educación cristiana. La encomienda procuraba los derechos sobre los indios hasta de dos generaciones. Lamentablemente los indios fueron sometidos a un proceso de esclavitud que hizo en 1542 se denunciara y remediara el estado de miseria y esclavitud al que estaban sometidos, lo que hizo su desaparición en el siglo XVIII.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina