Una de las tradiciones mexicanas que promueve la Escuela Normal Pablo Livas es la del altar de muertos, que, aunque no tiene arraigo tradicionalmente en nuestra región, pues se trata de una costumbre del centro y sur de la República, forma parte del patrimonio cultural que México ha aportado a la humanidad.
Por esta razón, en fechas previas al Día de Muertos, la institución que dirige el Maestro Gustavo García Ríos, monta un altar para rendir homenaje a algún personaje destacado en la comunidad, en esta ocasión, el honor correspondió al Profr. y Lic. Santiago Armando Vara Jiménez, hijo pródigo de la escuela donde se formó como docente, laboró como catedrático y llegó a ser Director de la misma, quien lamentablemente perdió la vida hace pocas semanas.
El director de la escuela acompañando a la familia del maestro Santiago Vara.
El evento fue celebrado en el Salón de Actos “Profr. Javier Arturo Solís Montemayor”, el jueves 27 de octubre, en el que se contó con la presencia de autoridades municipales y educativas, como el Profr. Manlio Sigifredo Perales, Jefe de la USEDES No. 10; el Ing. Diego Ugarte de Lachica, Secretario del Ayuntamiento y representante del Presidente Municipal, Raúl Mario Mireles Garza; y la Secretaria de Turismo de Sabinas Hidalgo, Virginia Garza González; asimismo asistieron estudiantes, catedráticos, directivos, ex catedráticos y ex directivos de la Normal; amigos del homenajeado; el Presidente de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo y Cronista de la Ciudad, Profr. Santos Noé Rodríguez Garza; del Consejo de la Historia y Cultura Sabinas Hidalgo, su tesorera, Profra. Graciela Santos Buentello; y como invitados de honor, la familia del mentor, su esposa la maestra Violeta Perrone, su hija Lauretta Vara Perrone y nietos.
Después de la presentación de invitados y autoridades, tomó el uso del micrófono el maestro García Ríos, quien inició su mensaje agradeciéndoles su presencia, y brindándoles una cordial bienvenida, posteriormente comentó: “El ser humano se ha enfrentado siempre a cuestiones que le son incomprensibles, a los cuales le ha dado respuestas que van desde lo mágico y lo religioso hasta lo científico, uno de los misterios fundamentales que rodean su existencia es el de la muerte y junto con ella, el destino del hombre después de morir”.
Continuó argumentando sobre el Día de Muertos: “Esta preocupación se relaciona directamente con su deseo de trascender en el tiempo, esta búsqueda de respuestas que es universal, ha llevado a los mexicanos a alimentar su vida ritual de una forma muy particular, que marca profundamente nuestra identidad del culto a los muertos, y a lo largo del tiempo la fiesta de los muertos en México, aunque ha ido sumando nuevos elementos, ha mantenido sus aspectos básicos”.
Expresó el significado que tenía este día para los pobladores originales de México: “Para los antiguos mexicanos, la muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, de la que las ideas del infierno y paraíso sirven para castigar o premiar, por el contrario, ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos, estaban destinados por el tipo de muerte que habían tenido y no por su comportamiento en la vida, esta celebración data de hace tres mil años, cuando las culturas aztecas, mayas, purépecha, nahuatl y totonaca, originarias del centro del territorio mexicano, esta tradición ha cruzado fronteras y en el 2003 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, distinguió a la festividad indígena de Día de Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, distinción, por considerar la UNESCO que es una festividad que es una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza de los grupos de indígenas de nuestro país. Además en este documento declaratorio se destaca: Este encuentro anual entre las personas que las celebran y sus antepasados desempeña una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del grupo y contribuye a la afirmación de la identidad”.
También comentó sobre el arraigo de la tradición entre los mexicanos: “Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos están profundamente arraigadas en la vida y cultura de los pueblos indígenas de México, esta fusión entre ritos religiosos prehispánicos y fiestas católicas también tiene el acercamiento de dos universos, el de las creencias indígenas y el de una visión introducida por los europeos en el siglo XVI”.
Explicó las razones para la promoción de estas costumbres: “El promover estas tradiciones es fortalecer nuestra identidad nacional y nuestras raíces y nuestras costumbres, en esta ocasión se rinde homenaje al Profr. y Lic. Santiago Armando Vara Jiménez, quien por cierto hoy estuviera cumpliendo 65 años de vida. Egresado de la generación de 1968, catedrático y ex director de esta su querida Escuela Normal Pablo Livas, agradezco sinceramente a la profesora Violeta, a sus hijos Santiago y Lauretta, las facilidades otorgadas al grupo de maestros y alumnos para poder organizar y montar este altar de muertos, en honor al entrañable compañero y amigo, al maestro Santiago Armando Vara Jiménez”.
Concluyó reconociendo el trabajo de los involucrados en el montaje del altar: “Mi reconocimiento para los subdirectivos administrativos, académicos, para los alumnos del tercer semestre de la Licenciatura en Educación Primaria, quienes hicieron posible llevar a cabo la elaboración y montar este altar de muertos, me da gusto ver entre el público a muchos de sus ex compañeros quienes añoramos todo el compañerismo que nos brindó sus apoyos sus enseñanzas, y que es un legado que permanecerá entre todos los que tuvimos la oportunidad de conocer y tener la amistad de una persona entrañable”.
A continuación se explicaron los elementos que conforman el altar de muertos del homenajeado, brindando una detallada explicación de cada uno de los objetos y el por qué de su localización en el mismo; igualmente se dio lectura a una extensa biografía del maestro Vara Jiménez.
El evento continuó con la proyección de dos videos, en el primero se mostraron fotografías de distintas etapas en la vida del “Profe Chago”, en el segundo, maestros contemporáneos y anteriores a él expresaron su experiencia al lado del maestro.
La alegría también forma parte de la festividad del Día de Muertos, y no podía faltar en un acto de este tipo, en la que un grupo de alumnos de esta casa de estudios pronunciaron varias de ellas dirigidas a sus mentores.
Indira Hernández Montemayor leyó la poesía “Guardián del pasado”, escrita para la ocasión en honor a quien fungiera también como Secretario del Consejo de la Historia.
Un grupo de canto entonó dos de las melodías favoritas del homenajeado: “Morenita Mía” y “Mi Linda Esposa”.
Tomó la palabra Lauretta Vara, para agradecer a nombre de la familia, el homenaje ofrecido a su padre: “El estar aquí en este salón de actos, en esta escuela, vienen a mi mente innumerables experiencias, innumerables recuerdos que vivimos junto a mi padre en esta bendita escuela, siempre que platicábamos con él acerca de la Normal, él siempre hablaba de la Normal como su casa, siempre traía en el corazón su escuela Normal y nosotros como sus hijos que también que estuvimos aquí, compartimos ese mismo amor y cariño que él tenía a esta escuela, en este día en que recordamos a mi padre en una de las tradiciones muy mexicanas, muy nuestras, tenemos sentimientos contrastantes, por un lado el dolor de haber perdido a mi padre hace poco tiempo y de haberlo perdido de una manera muy tajante, muy drástica, por otro lado tenemos un sentimiento de alegría de colorido al ver hacia acá, de satisfacción de alegría de ver a nuestra familia, a nuestros tíos, a nuestros primos, a nuestros amigos, a los amigos del Profe Chago que están aquí con nosotros, eso nos llena de alegría, de satisfacción, y no cabe duda que los lazos familiares y la verdadera amistad perduran a través del tiempo a través de la distancia inclusive a través de la vida y de la muerte, es un claro ejemplo lo que estamos viviendo el día de hoy, a nombre de nuestra familia queremos dar las más sinceras gracias a los alumnos del tercer semestre de esta escuela por haber organizado este altar de muertos en honor a mi papá, de veras que estamos asombrados del trabajo que realizaron cada uno de ustedes, yo se que mi padre donde quiera que esté se siente orgulloso y siempre satisfecho de ver a los alumnos de su tan amada escuela Normal Pablo Livas con ese entusiasmo, con esa alegría con esa dedicación para hacer este altar, de veras, de todo corazón muchísimas gracias, a los directivos a los catedráticos a todos los alumnos, a nuestra familia, a nuestros amigos, de corazón, Gracias, muchísimas gracias por haber entregado su amistad a mi papá y por recordarlo de esta manera, por ahí se dice que la gratitud es la memoria del corazón y todos ustedes permanecerán en el nuestro para siempre. Muchas gracias a todos” concluyó.
El evento concluyó con la invitación a los presentes para apreciar el altar y los objetos que recuerdan al maestro Santiago Armando Vara Jiménez.
Maestro Gustavo García Ríos, Director de la Normal Pablo Livas.
Lauretta Vara, habló a nombre de la familia.
Se describieron los objetos y elementos del altar de muertos.
Indira Hernández leyó una composición en honor al maestro.
Entonaron dos melodías de las favoritas del Profe Chago.
No faltaron las calaveras a los maestros de la Normal.
El acto se llevó a cabo en el salón de actos Profr. Javier Arturo Solís Montemayor.