Capitán Primero Alfredo M. Garza

Páginas Sueltas de la Historia de Sabinas

Sabinas, un Real minero escondido entre las sierras del noreste de nuestro país, ha dado muchos de sus hijos a la defensa de la patria, en los momentos en que ésta ha requerido de su valentía y arrojo en los campos de batalla.

El solar nativo también ha tenido personajes que aparte de rifarse la vida, trajeron distracción y alegría a los campamentos y a los campos de batalla.

Varias ocasiones hubo, en que un general para dar ánimo a la tropa, mandó que la Banda de Música de su Batallón tocara en medio de los truenos del cañón, y los guerrilleros al escuchar las melodías de sus recuerdos luchaban con mayor fiereza y se levantaban triunfantes en el campo de batalla.

Vivió en nuestro pueblo un personaje que nació el 11 de noviembre de 1877 y se crió bajo la tutela y enseñanza de sus padres, tenía inquietudes musicales pero los suyos lo enviaron a la ciudad de Monterrey a estudiar medicina; alcanzó a estudiar preparatoria; de pronto faltaron los puntales de sus estudios, que eran sus abuelos; motivo por el cual tuvo que abandonar su carrera y regresar a su terruño querido. Ya en el pueblo se integró a la Banda del Maestro Simón Leyva, quien fue su mentor, guía y consejero.

La lucha armada se desató en nuestra patria y encontró a Alfredo M. Garza en pleno auge artístico, pues ya llevaba compuestas un gran número de melodías que eran la alegría de los concurrentes a las tertulias musicales; ya para entonces se habían popularizado los valses: "Cuánto te quiero", "Quiero verte", "Amor de torero", "Carta blanca".

Llegaron las huestes revolucionarias y tuvo que acompañarlos, pues era un idealista y como tal tuvo que defender su causa. En los campos de batalla al término de la contienda, estando en el vivac, pulsaba una guitarra o tocaba un instrumento musical para distraerse y alegrar a sus compañeros de lucha.

Tocaba con tal maestría e inspiración que llamó la atención de sus superiores quienes lo mandaron buscar para comisionarlo en la formación de una Banda de Música del Batallón.

Buscó entre la tropa músicos hechos y aprendices y con ellos organizó una Banda que fue el orgullo del Regimiento.

Los jefes superiores se enteraron de la capacidad, entrega y hombría de bien y le confirieron el nombramiento de Capitán Primero y posteriormente fue nombrado Inspector de la Banda de la División de Supremos Poderes.

Al término de la lucha armada regresó cubierto de gloria y los lauros conquistados los depositó en las manos de los suyos.

Al tiempo, las circunstancias lo empujan a otros horizontes y tiene que emigrar de su solar nativo y luego de su patria.

Murió en el extranjero en Amarillo, Texas, E.U.A. el 11 de abril de 1928, cuando todavía no se apagaban los ecos revolucionarios, tuvo que reposar en las tierra arrancadas al México de sus amores; donde quedaron para simpre los restos del patriota: CAPITÁN PRIMERO ALFREDO M. GARZA.

Profr. Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista.