En un clima político en continua y ascendente efervescencia, tanto el PAN como el PRI ya decidieron la forma en la que elegirán a sus respectivos candidatos a la Gubernatura de Nuevo León.
En un clima político en continua y ascendente efervescencia, tanto el PAN como el PRI ya decidieron la forma en la que elegirán a sus respectivos candidatos a la Gubernatura de Nuevo León.
Al respecto, el Consejo Estatal del PAN decidió elegir a su candidato por un método cerrado, como tradicionalmente lo han hecho, aunque todavía podrían haber algún pronunciamiento diferente por parte de la Comisión Nacional de Elecciones, tal y como lo desean algunos aspirantes panistas. Por su parte, el Consejo Político Estatal del PRI acordó por unanimidad elegir a su candidato en consulta directa a militantes y ciudadanía en general, aunque, en contrapartida, los candidatos a Alcaldes, Diputados federales y locales habrán de elegirse por convención de delegados.
En este tema, el Senador con licencia y aspirante a la Gubernatura, Fernando Elizondo, señalo enfáticamente que hay quien se cree beneficiado porque puede obtener una candidatura, pero yo pregunto de que sirve obtener una candidatura para perder una elección.
Aunque Elizondo se refería a la decisión tomada en el seno del PAN, lo cierto es que su observación vale para cualquier partido, pues aunque internamente tiene la facultad de decidir, es un hecho que ello no los exime de cometer errores.
Total, allá ellos; pero deben estar conscientes de que en el pecado pueden llevar la penitencia, pues, finalmente, los ciudadanos tendrán la última palabra a la hora de votar en las urnas.