Pocos días antes de dejar la dirigencia del CEN panista, Manuel Espino Barrientos sacó de su ronco pecho mucho de lo que venía guardando, particularmente a partir de la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a Los Pinos.
De manera tajante, Espino acusó al flamante líder nacional del PAN, Germán Martínez, de haber llegado al máximo cargo partidista con apoyos irregulares, y señaló que “es la primera vez que hay un esfuerzo importante para que el Consejo Nacional se integre a modo de un proyecto concebido de antemano”.
En cuanto a que Germán Martínez no tuvo contrincante en la elección por la Presidencia albiazul, a la que llegó como candidato único, Espino dijo categórico que “si hubiera habido las condiciones de equidad que hubo hace tres años, probablemente hubiéramos tenido más candidatos”.
En cuanto a las derrotas del PAN en las elecciones de Yucatán y Puebla, Manuel Espino se quejó, una vez más, de sabotaje por parte de operadoras calderonistas, lo cual impactó negativamente en dichos procesos, lo que se tradujo en sendas derrotas a manos del PRI.
Al respecto, y aunque Espino no lo señaló directamente, es obvio que en estos asuntos las huestes calderonistas actuaron con el aval del Presidente, pues no puede creerse que a ese nivel lo hayan hecho por iniciativa propia.
Lo anterior era de esperarse luego de las piedritas que Espino le venía poniendo al Presidente con algunas acciones y declaraciones, como éstas que comentamos, amén de que políticamente, ambos personajes no se peinan para el mismo lado, siendo normal que Calderón desee a alguien de su absoluta confianza al frente de su partido.