Para unos once mil niños, de entre 6 y 11 años de edad, participantes en un concurso de dibujo organizado por la Secretaría de la Función Pública, un político es una persona que se aprovecha del poder para su beneficio.
La imagen de un personaje sin responsabilidad pública y que sólo procura colmar sus intereses personales quedó de manifiesto en el concurso “Adiós a las Trampas”, según lo consignó la nota periodística que dio cuenta del hecho y que se publicó en los últimos días del pasado mes de febrero.
Lo anterior es preocupante, pues ahora hasta los niños perciben al político como un ser corrupto, capaz de hacer cuanto sea necesario para alcanzar el poder y que cuando logra sus fines lo aprovecha para su propio beneficio.
Sobre el mismo tema, cabe mencionar que el último estudio de transparencia internacional reveló que para los mexicanos, los policías, los políticos y los legisladores son los más corruptos.
Esto es para tomarse muy en cuenta, máxime cuando de unos años a la fecha se habla mucho de cambio, debiendo recordar que el PAN ha puesto mucho énfasis en dicho término, sobre todo a partir del 2000, aunque el cambio más notorio ha sido en las siglas y colores del partido en el poder.
Ello no significa que todos los panistas son corruptos, como tampoco lo son todos los priístas o todos los perredistas, por mencionar sólo a los tres partidos mejor posicionados en el panorama nacional.
Pero lo que no se puede negar es que la corrupción sigue vigente entre los políticos, y que, independientemente de su afiliación, en todas partes se cuecen habas… y eso hasta los niños lo perciben ahora.