Profr. Salvador Garza Inocencio

Los hombres de los molinos

Personajes del pueblo

Profr. Salvador Garza Inocencio

Hace muchos años la Compañía Garza Flores, administraba en nuestro municipio los molinos de nixtamal.

Profr. Salvador Garza InocencioHace muchos años la Compañía Garza Flores, administraba en nuestro municipio los molinos de nixtamal.

Tal vez usted recuerde que hacer tortillas de maíz en aquel entonces era toda una odisea: Cocer el maíz, tirarle aquella agua amarillenta llamada “najayote”, lavarlo, colocarlo en cubetas, llevarlo al molino, transformarlo en masa, darle una “segunda pasada” con el metate, hacer los testales, extenderlos a mano y darle la forma redonda de la tortilla y tener listo un comal caliente para cocerlas.

Don Filiberto Cantú estaba al frente de todos aquellos hombres que atendían los molinos de nixtamal.

El molino ubicado en la esquina noreste de Juárez y Mina, que después se cambiara a la calle Juárez antes de llegar a Zaragoza, allí se concentraban los molineros a rendir las cuentas del día de trabajo a Don Filiberto. Al frente de este molino, estaba Don Rosendo González Valle, en este molino también se molía maíz y se sacaba harina para hacer diferentes clases de pan.

Al frente del molino de la calle Bravo entre Escobedo e Iturbide, estaba Don Salvador Garza Garza, a quién la “chapulinada” de la época le gritaba “échame la mía Chava, yo llegué primero”.

Había otro molino ubicado al sur de la Plaza Principal por la calle Lerdo casi cruz con la calle Ocampo al frente de él estaba Don Severo González Valle. En el barrio “La Carretera” cruz con Cuauhtémoc estaba el molino de Don Pablo González, en el Barrio de Sonora Ramiro y Héctor González atendían el molino ubicado en Antonio Solís y Dr. González.

En el cruce de las calles Zuazua y Zaragoza había otro molino atendido por Rogelio González Flores.

En la Hacienda “Larraldeña” y en la Colonia “Bella Vista” estuvieron también dos molinos de nixtamal más, que fueron atendidos por Luis Silva y Silverio Guzmán respectivamente; y cuando era el día de descanso de los hombres del molino entraba a suplirlos Mauro González Flores y en estos recuerdos de los hombres de los molinos es justo mencionar también a Don José González Rodríguez.