Profr. Salvador Garza Inocencio

Nuestras Cosas

Nuestras Cosas

Profr. Salvador Garza InocencioDicen por ahí, que Dios puede estar en muchas partes al mismo tiempo, y es cierto, porque él, puede estar presente en el corazón de una madre y ésta se haya en todas partes.

En la angustia, del hijo que no llega. En la satisfacción de la hija que se hizo abuela. En la serenidad que da al hijo enfermo, o la que da a aquel que se encuentra en una cama de hospital tras un violento accidente.

La madre es una constante espera. Espera nueve meses a su hijo; espera en la mecedora a su hijo que se fue de “juerga”. Espera que el hijo pródigo continúe como es. Espera que la “oveja descarriada” regrese al redil. La madre es una constante espera.

Hoy vi a muchas madres, jóvenes algunas y no muy jóvenes otras, pero empujando una carreola, con un bebé dentro. Qué satisfacción de la madre que pasea a su bebé.

Pero también vi a un hijo grande, ya hombre, que empujaba una silla de ruedas donde iba su madre.

¡Felicidades a todas las madrecitas de mi pueblo, y a las que no lo son, también!

Pero así está el mundo y estas son “Nuestras cosas”

Hasta la próxima.