Profr. Otoniel Arrambide Villarreal

Profr. y Lic. Santiago A. Vara Jiménez – Segunda parte

Hechos y Realidades

Profr. Otoniel Arrambide VillarrealAlgunas de las muchas características que distinguieron su personalidad lo fueron la formalidad, sus refinadas atenciones y su seriedad, las cuales mostraba a quienes tuvimos la suerte de contar con su amistad, fue por eso que después de concluir su educación secundaria en 1961; se va todo lleno de ilusiones a la ciudad de Monterrey y se inscribe en la Escuela Técnica "Alvaro Obregón" para estudiar la especialidad de Técnico Electricista, encontrándose en los primeros días con momentos muy desagradables al ser víctima por parte de los estudiantes de los grados superiores quienes les imponían a los de nuevo ingreso lo que en aquel tiempo se llamaban "novatadas", consistentes en raparles la cabeza, bañarlos con la ropa puesta, además de la persecución y burla, constituyendo todo esto una humillación a la personalidad de quienes sufrían estas terribles vejaciones.

Esto fue el principal motivo que lo orilló en el mes de octubre a dejar los estudios que recién había iniciado dado que le pareció humillante e injusto hacia su persona este tipo de trato pues él estaba acostumbrado a respetar para ser respetado de acuerdo a sus propios principios que desde niño le habían enseñado sus padres y maestros. Como consecuencia de esto, aún en contra de su voluntad, decide regresar un tanto frustrado a su lugar de origen al lado de sus queridos padres y al poco tiempo encuentra trabajo como surtidor de refrescos de una empresa local, permaneciendo en esta actividad hasta diciembre de 1961.

Con escasos quince años, es invitado por unos amigos para viajar a la ciudad de México y con el apoyo y bendición de sus padres, decide el 6 de enero de 1962, iniciar una nueva aventura por lo que parte hacia esa ciudad; se inscribe de inmediato en la Escuela Vocacional llamada también Preparatoria del Politécnico, en la especialidad de Ciencias Biológicas.

Al paso de varios meses se convence de que para esta materia no tenía la vocación requerida, por consecuencia decide de nueva cuenta abandonar los estudios al no poder acreditar en forma satisfactoria los semestres. Cabe aclarar que durante el tiempo que estudió en la capital, vivió por dos años en la Casa del Estudiante de Nuevo León, cuyo sostenimiento era pagado por el Gobierno del Estado, pero sus estudios, él, personalmente se los costeaba al obtener recursos que obtenía vendiendo casa por casa, varios productos como jabones, desodorantes y lociones, propiedad de una empresa mayorista.

Seguramente estas penurias que experimentó y que en algunas ocasiones comentaba con sus seres queridos, al hacerlo se le nublaban sus ojos de gruesas gotas de lágrimas acompañadas de un gran nudo en la garganta, pero aquello le sirvió para crecerse al castigo, moldear su personalidad y con esto emprender con renovados ímpetus los siguientes retos que el destino le presentaría. Así era como con los golpes que la vida le daba, se iba paso a paso abriendo nuevos caminos llenos de alentadoras esperanzas.

Profr. y Lic. Santiago Armando Vara Jiménez

Profr. Otoniel Arrambide Villarreal
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo