En memoria del padre Marcial Ramírez

De Solares y Resolanas

Conocí al padre Marcial en 1986., cuando fui alumno suyo en dos cursos de psicología ofrecidos en el instituto de filosofía del Seminario de Monterrey. Estricto y exigente. Alguien le sugirió que pidiera seminaristas para apoyarlo en sus trabajos del templo. Los padres formadores eligieron a Rogelio Lozano de Sabinas Hidalgo y a un servidor para acudir semanalmente al templo de El Carmen, Urdiales. Por la mañana apoyábamos la catequesis y en la tarde a los grupos de jóvenes, para después quedar al servicio litúrgico en las ceremonias. La mejor parte del día era la comida que una hermana nos ofrecía en compañía con el padre. Ahí tuve la oportunidad de tratarlo mejor. El padre Marcial había estudiado la licenciatura como la maestría en psicología en la UANL, impartiendo cursos en el Seminario de Monterrey y en la escuela de psicología de la Universidad Regiomontana por muchos años.

El presbítero Marcial Ramírez Torres nació el día 30 de Junio de 1939 en Monterrey, Nuevo León. Aunque una ocasión el me contó que era de Cadereyta Jiménez. Fueron sus padres Eleodoro Ramírez y Paula Torres. A los once años siguió el llamado de Cristo e ingresó al Seminario de Monterrey en donde cursó cinco años de humanidades, tres de filosofía y cuatro de teología. Fue ordenado sacerdote en la catedral de Monterrey, el 29 de Junio de 1963.

Ya siervo de Cristo y de la Iglesia, desempeñó diversos cargos, entre los que destacan: vicario cooperador en la parroquia de Nuestra Señora del Refugio. Nombrado párroco en la comunidad parroquial de Villaldama desde 1971 hasta el día 29 de febrero de 1980. Aun se le recuerda por la labor que hizo en beneficio de la cabecera municipal, de Santa Fé, El Potrero y la estación. Ahí conoció la labor pastoral y evangélica del célebre fray Antonio Margil de Jesús, el franciscano llamado “de los pies alados” y que recorrió llevando la palabra de Dios, evangelizando desde Nicaragua hasta Texas en el primer tercio del siglo XVIII.

De Villaldama regresó a Monterrey como vicario cooperador de la parroquia de San Isidro Labrador en la colonia Zapata y nombrado vicario fijo en el templo de nuestra señora del Carmen en la colonia Urdiales desde 1980 hasta 1987. Nombrado primer párroco de la comunidad de nuestra señora del Carmen desde el día 16 de julio de 1987 hasta el 23 de septiembre del 2000. Trece años de formar una gran familia y una gran comunidad. Recuerdo gratamente el testimonio la alegría de quienes acudían al templo a los servicios religiosos.

Como persona preocupada en los valores y en la educación, fundó y dirigió el colegio "Fray Margil de Jesús" dependiente de la parroquia de nuestra señora del Carmen. A la par de su trabajo ministerial, el padre Marcial desempeñó otros cargos, como por ejemplo, el arzobispo de Monterrey le otorgó nombramiento de abogado en el Tribunal Eclesiástico de Monterrey desde 1993 hasta 1998. Para reforzar el trabajo pastoral de su comunidad tan querida , fue adscrito como vicario parroquial el 18 de agosto del 2002, apoyando los esfuerzos del padre Beto Cavazos. Luego de una penosa enfermedad, falleció el 21 de diciembre del 2009 a la edad de 70 años. Visitar la colonia Urdiales, inmediatamente nos lleva a recordar la entrega y el trabajo que el padre Marcial hizo en beneficio de sus semejantes.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina