Lic. Antonio Guerrero Aguilar

El día del Niño

De Solares y Resolanas

Lic. Antonio Guerrero Aguilar

Existen muchas formas para referirnos a niño: en México les decimos infantes, chilpayates, güercos o chiquillos. Pero el término más usado es el del niño.

Lic. Antonio Guerrero AguilarExisten muchas formas para referirnos a niño: en México les decimos infantes, chilpayates, güercos o chiquillos. Pero el término más usado es el del niño. La palabra niño tiene su origen en voces imitativas que usaban las madres para adormecer a los niños, por ejemplo ninna, nanna. Ninna se convierte en niña y ya masculinizado se convierte en niño. En México para dormirlos les cantamos canciones de cuna: a la rurru niño, a la rurru ya, duérmase mi niño, duérmase me ya… Precisamente en Italia existe una canción de cuna que se llama precisamente Ninna Nanna.

En cambio la palabra infante viene del latín in fare que significa el incapaz de hablar. Chilpayate en nahuatl significa niño de brazos, güerco en hebreo significa demonio. En otras lenguas se les dice children en inglés, menhino en portugués, bimbo en italiano, kind en alemán, etc.

El 30 de abril es oficialmente el Día del Niño y está dedicado a los niños. Pero no sólo se trata de festejarlos, sino además de promover sus derechos y concientizar a las personas de la importancia de éstos. La idea de contar con un “día del niño” surgió el 20 de noviembre de 1959, cuando en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, se decidió reafirmar y proclamar los derechos de los niños universalmente. Desde entonces, cada país cuenta con un día para celebrar y organizar actividades para ayudar a desarrollar el bienestar de los pequeños en todo el planeta. Para ello se tomó el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño, para conmemorar esta declaración tan importante.

En dicha reunión también se se sugirió que los países celebraran un día en la fecha y forma que cada uno de ellos estimase conveniente. Y en México se fijó la celebración el 30 de abril. Eran tiempos en los que el presidente Adolfo López Mateos creó el Instituto Nacional de Proteccón a la Infancia que luego se convirtió en el sistema de Desarrollo Integral de la Familia. Se dice que se deja de ser niño a los 16 años, que es la etapa donde el ser humano ya ha madurado completamente.

En México alrededor de un 43,5% de la población son niños y niñas menores de 18 años. Debido a la pobreza, muchos niños y niñas emigran, con o sin sus familias, ya sea dentro de las zonas rurales, desde el campo a la ciudad, dentro de las mismas zonas urbanas e inclusive a los Estados Unidos. La consecuencia de este proceso es la inestabilidad de la familia y la existencia de un gran número de niños y niñas que trabajan. Según las estadísticas 3,5 millones de niños y niñas de 12 a 17 años forman parte de la fuerza laboral oficial o no oficial. El crecimiento económico durante los últimos 10 años ha transformado México en un país de medianos ingresos altos, pero todavía persisten enormes disparidades y una gran exclusión social. Por ejemplo, aproximadamente 24 millones de mexicanos viven en la pobreza extrema.

Por ello la UNICEF solicita a México para que se ajuste al Nuevo Programa Mundial para la Infancia y ha adoptado un enfoque que se basa en el ciclo vital del niño. Pero sobre todo, observa y recomienda que se apliquen los derechos de la infancia en los programas de políticas públicas contribuyen a establecer políticas sociales más coherentes para la infancia en los planos federal, estatal y municipal. Acciones que están orientadas a la salud y la educación y al apoyo de las familias donde se insertan.

Hoy en día nos quejamos de que los niños son tiranos y los padres son obedientes. Incluso que los tenemos muy mimados y chiflados. Pero les voy a poner unas citas para que veamos que las cosas no han cambiado del todo en casi cuatro mil años de civilización:

Sócrates decía que “nuestra juventud ama el lujo, no posee buenos modales, no hace caso a la autoridad ni respeta en modo alguno a la vejez, nuestros niños de hoy en día son tiranos. No se ponen de pie cuando un hombre anciano entra donde ellos están. Les contestan con impertinencias a sus padres. Son en verdad muy malos”. Por su parte Hesiodo alrededor del año 720 antes de Cristo se lamentaba: “Nuestro mundo ha llegado a una etapa crítica. Los niños no hacen caso a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos”.

Un sacerdote egipcio dejó hace aproximadamente 4 mil años una inscripción en un utensilio de arcilla: “esta juventud está podrida desde el fondo mismo de sus corazones. Los jóvenes son mailiciosos y perezosos. Nunca serán como la juventud de antes. Nuestra juventud de hoy en día no será capaz de mantener nuestra cultura“.

Yo prefiero la cita evangélica en donde Jesús nos dice que para entrar al cielo, hay que ser como niños, pues en ellos vemos las riquezas de su corazón. Es el misterio de una vida que empieza llena de esperanzas. Felicidades a los Niños en su Día.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de Santa Catarina