Lic. Antonio Guerrero Aguilar

El día de los Santos Inocentes

De Solares y Resolanas

Lic. Antonio Guerrero Aguilar

En el capítulo segundo del Evangelio de San Mateo, se narra como unos magos procedentes de Oriente,  llegaron hasta Belén para entregarle a un niño recién nacido, los presentes de oro, incienzo y mirra.

Lic. Antonio Guerrero AguilarEn el capítulo segundo del Evangelio de San Mateo, se narra como unos magos procedentes de Oriente, llegaron hasta Belén para entregarle a un niño recién nacido, los presentes de oro, incienzo y mirra. Los magos llegaron primero con Herodes y le preguntaron en donde había nacido el mesías del pueblo de Israel. Por lo que lleno de ira mandó matar a todos los niños menores de dos años residentes de Belén. A tal episodio se le conoce como el día de los Santos Inocentes. Ahí el evangelista al narrar la matanza de los inocentes y de la respectiva huida de la sagrada familia a Egipto  alude a las profecías de Oseas y Jeremías en torno a las pruebas que debían pasar los del pueblo de Israel en el pasado y que el niño Jesús también debía vivir en la angustia y en la persecución para luego salvarlos.

La matanza fue ordenada por Herodes Agripa II, nieto del rey Herodes, por temor a la profecía de que en Belén nacería el Rey de los Judíos. Hombre de dudosa reputación, era conocido en todo el reino por su afición a las bromas satíricas y mordaces. Precisamente cumplía años el 28 de diciembre, por lo que organizó una fiesta que se dice duró una semana. A ella fueron invitados dignatarios de todas las regiones aledañas. Para ello se sacrificaron decenas de reses, cabras, corderos y corrieron ríos de vino entre los miles de asistentes al multitudinario acontecimiento, mezclados todos en una alegre algarabía. En plena fiesta Herodes proclamó condenas y castigos para todos los que no hubieran acatado las leyes imperiales o mantenido alguna disputa con Roma durante la última década de su reinado.

Muchas de las invitaciones a ese evento, tenían el sello imperial de Herodes Agripa y una única palabra escrita “innocens”, por lo que algunos eruditos sospechan que fue un gran engaño que Herodes se sacó de la manga. Muchas de las cosas que sabemos en torno a esa época, se la debemos al historiador Flavio Josefo, quien precisamente aporta casi todos los datos que conocemos de Herodes. Nos dice que éste también mandó asesinar a su esposa, a su abuelo, su madre, dos cuñados y tres de sus hijos.

Luego en la edad media, en ese día todo estaba permitido y la culpa no recaía en nadie.

Actualmente  la fiesta tiene un sentido pagano, en el que las personas se hacen bromas y engaños. En México por ejemplo, sin saber a ciencia cierta su origen, el día de los “inocentes” se ha transformado en una tradición festiva en la cual se debe tener cuidado de no caer en ellas.

Como medida precautoria, para no caer en las bromas de parientes y amigos, la gente debe recordar que no debe dar prestado dinero, joyas, libros, o cualquier otro objeto, porque lo pueden hacer “inocente“. De ahí un dicho popular que dice: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar“. Porque  se sostenía que en ese día, el prestatario quedaría en libertad de apropiárselo. Como muchos no recordaban esto, pronto caían en la inocentada.

Finalmente las cosas que se pedían prestadas sí eran devueltas acompañadas de dulces, juguetes en miniatura y el recado correspondiente para evitar caer en la trampa. Por eso uno debía escribir: “Herodes cruel e inclemente, nos dice desde la fosa, que considera inocente al que presta una cosa”.  Otra de las inocentadas más comunes, consiste en divulgar alguna noticia falsa, siendo parte de la diversión el que alguien se la creyera.

El 28 de diciembre la Iglesia recuerda la matanza de niños, a pesar de que, según los Evangelios, la misma debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes, es decir, uno o dos días antes del 6 de enero.

Para muchos especialistas, San Mateo pudo haber relacionado tal acontecimiento con la historia de Moisés, quien fue arrojado en una canasta al Nilo para ser salvado, en tiempos en que el faraón ordenó matar a todos los hijos varones de los esclavos israelitas. Pero a la vez, esto pudo haber sido una adaptación de la leyenda hindú sobre el nacimiento de Krishna: el sabio Nárada Muni le dijo al rey Kamsa de Mathura que el bebé estaba destinado a matarle y éste ordenó asesinar a todos los infantes de menos de dos años de edad.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina