En una de tantas reuniones celebradas en la Benemérita Sociedad Mutulista “Sabinas Hidalgo, el profesor Gilberto Hernández Garza nos platicó acerca de un accidente que sufrió cuando viajaba, sin ninguna compañía, a la ciudad de México en un carro Maverick de su propiedad y se desbarrancó en una cuesta del camino.
Contaba que después de un buen rato, luego de recuperar el conocimiento, intentó salir del auto, para lo cual tuvo que desprender el vidrio trasero golpeándolo con ambos pies.
Cuando lo logró, empezó a arrastrarse cuesta arriba tratando de llegar a la carretera, lo que le llevó mucho tiempo debido a las heridas que había sufrido y que le impedían hacerlo con rapidez, además de que de repente resbalaba y perdía lo que había logrado avanzar, por lo que debía reiniciar el ascenso.
A la distancia, este hecho ejemplifica lo que fue la vida del profesor Gilberto, siempre cuesta arriba, pues quedó huérfano de padre a muy temprana edad, y con muchos sacrificios logró realizar sus estudios, desde primaria hasta Normal, cumpliendo su anhelo de ser profesor.
Cabe destacar que en todos los ámbitos donde participó y en cuanto proyecto emprendió dejó constancia de su seriedad, responsabilidad y honestidad, habiendo sido otra de sus características del empeño que ponía para lograr sus fines.
De su dedicación dan cuenta los éxitos que alcanzó la Liga Pequeña de nuestra ciudad, en categoría pee wee, pues siendo coordinador de la misma, lograron los campeonatos nacionales en 1980 y 1982.
Y qué decir de su paso por la Presidencia Municipal, donde terminó como empezó (algo poco común en este medio), pero con la conciencia tranquila y la satisfacción del deber cumplido.
Tras su deceso, sirvan estas líneas para expresar mis sinceras condolencias a su esposa Maricela, a sus hijas Nadia Maricela y Thania Lizeth y a todos sus familiares.
Descanse en paz el profesor Gilberto Hernández Garza.
Castellanos
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo
