Dr. Antonio Guerrero Aguilar

La aprehensión de Hidalgo y demás líderes del movimiento independentista

De Solares y Resolanas

Dr. Antonio Guerrero Aguilar

En el mes de marzo de 1811, Hidalgo y sus principales jefes insurgentes junto con un diezmado y cansado ejército llegaron a Saltillo.

Dr. Antonio Guerrero AguilarEn el mes de marzo de 1811, Hidalgo y sus principales jefes insurgentes junto con un diezmado y cansado ejército llegaron a Saltillo.

En ese lugar hizo pública su renuncia a la jefatura del Ejército Insurgente, después de la grave derrota sufrida en el Puente de Calderón el 17 de enero de ese año. Por éstas fechas se había formado una contra revolución en Béjar, Texas, que tenía la intención de sofocar todo movimiento independentista en la región. Fue cuando los acontecimientos se organizaron para terminar con la aprehensión de los mismos en un lugar llamado Acatita de Baján. Antes de la aprehensión, los rebeldes estuvieron en la Hacienda Santa María, en donde se dice que su capilla dedicada a la Virgen de Rosario ofició su última misa. Siguieron el viejo camino a Monclova y pasaron la Hacienda del Anhelo, pasaron la cadena montañosa a la que llaman de la Muralla y en la llamada Loma de la Aprehensión se consumó la entrega y traición. Cuando los principales jefes pasaron por Saltillo con rumbo hacia Monclova, el brigadier Juan Bautista Carrasco salió con sus tropas desde Monterrey para unírseles por el rumbo del camino a la hacienda del Anhelo.

Conforme iban llegando los contingentes, Ignacio Elizondo al frente de una considerable fuerza compuesta por 200 hombres, esperó el arribo de los insurgentes en Baján, cerca de la punta del Espinazo, en donde logró la aprehensión de Hidalgo y Allende y demás revolucionarios que lo acompañaban. Cuentan que el único que se opuso a entregar sus armas fue Allende, pero para hacerlo entrar en razones tuvieron que matar a un hijo que lo acompañaba.

A la muerte de los caudillos se hizo cargo de la guerra de Independencia el padre José María Morelos y Pavón. Mientras tanto, se sabía que había grupos de insurrectos en varias poblaciones del Nuevo Reyno de León como Cadereyta y Río Blanco en donde supuestamente el lego Juan Villerías mantenía una considerable fuerza, amenazando con invadir a otros pueblos de la región y en San Pablo Labradores, en donde se dice estuvo por un tiempo Ignacio López Rayón. Sin embargo la idea de la insurgencia no terminó. Hubo ataques esporádicos en forma de guerrillas que dejaron al Nuevo Reyno de León en estado de zozobra e intranquilidad. Por ejemplo en ese año, tuvo lugar en el Nuevo Reyno de León el primer alzamiento de indígenas pertenecientes a las naciones de indios Ayaguas, Garzas y Carrizos, en favor de la causa independentista.

Después de los sucesos ocurridos en Baján, las naciones de indios Ayaguas y Garzas permanecieron ocultas en la sierra, buscando evitar caer víctimas de la represión y de volver al antiguo orden de esclavitud. En esta etapa hay informes sobre la existencia de grupos rebeldes en Vallecillo, Sabinas, Cadereyta, Pesquería Grande, Pesquería Chica, Río Blanco y otros pueblos.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina