Final del torneo de beisbol el 8 de febrero de 1976

Beisbol

No falta quien asegure que el beisbol es igual aquí que en Japón, o es el mismo que se practicaba hace 30 ó 40 años, sin embargo en cada región hay sus diferencias, aunque sean mínimas, el saludo del bateador al ampayer de los japoneses no se da en la zona del Caribe, menos la disculpa cuando un pitcher ha golpeado a un bateador.

El beisbol caballeroso y técnico de los orientales no es exactamente igual al fuerte de los Estados Unidos de Norteamérica, y menos al "picudo", el sorpresivo, donde se mezcla o conjuga la fuerza, la inteligencia y el talento de los caribeños.

Con este último estilo o fundamento el equipo patrocinado por la Conasupo se coronó el domingo 8 de febrero de 1976 en el parque Gilberto Garza de la colonia Bella Vista venciendo a los Veteranos por pizarra final de 2 carreras a cero.

Ellos aseguraron el campeonato desde la primera entrada con una jugada clave, un toque de bola, ¿cuántos managers mandan tocar en la primera entrada?, la verdad, muy pocos.

Pues bien, Benito Pérez anotó la carrera de la quiniela con hit al left de Emeterio "Teo" Contreras, pero se puso a 180 pies de la registradora con cerebral jugada, un toque de bola bien ejecutado por Aarón Román de León.

Ernesto Contreras hizo lo suyo, blanqueó a los experimentados Veteranos que no le vieron la bola, y salió con la derrota sin hacerlo tan mal, Raúl Santos quien después aceptó otra carrera anotada por Lalo Ramírez mediante un sencillo, robo de base y doblete del tronquero zurdo Mario Saucedo.

Conasupo, con 8 ganados y 4 perdidos se quedó con el campeonato en el juego decisivo, Veteranos, subcampeón con 7 y 5; Bella Vista, 5 y 7; y los Rojos ocuparon en esta ocasión el frío y oscuro sótano.

Los campeones se llevaron un bonito trofeo donado por Don Fidencio Pérez QEPD, el pitcher campeón Jesús Manuel Días también recibió su reconocimiento por la generosidad del Profr. Gilberto Hernández; al Profr. Abraham Villarreal, donador del trofeo para el campeón jonronero se le complicó el asunto, como dice mi amigo Chema Nery, ya que terminaron empatados en ese departamento: Mario Saucedo, Héctor Garza y Esteban Alanís.

Además Jesús Pérez acumuló 12 estafas y el Ing, Narciso Cantú le compró su trofeo, Reynaldo Sepúlveda Garza, de los Rojos, compiló .353 para adjudicarse el liderato de bateo; y el novato del torneo, Joel Armendáriz de los Vikingos de Bella Vista, a estos últimos, sus trofeos los pagó la Liga.

Menciono lo anterior como un reconocimiento a todos y cada uno de los que coadyuvaron a fomentar la cultura deportiva a pesar de que el aspecto social, en ocasiones, no era tomado en cuenta en las esferas oficiales, todo se resumía en asistir a tomarse la foto, y a pesar de todo, la promoción deportiva se hacía con las puras uñas y era honorífica.