Hospital

Páginas Sueltas de la Historia de Sabinas

Las acciones de los humanos se clasifican en trascendentes e intrascendentes, a través de los años conocemos de los hechos de ciertos personajes que aún son recordados por su labor: social, científica, humanitaria o sea, que lo que ellos hicieron fue trascendente.

Hay quienes pasan la vida sin dejar huella y se convierten en uno intrascendentes.

El Hospital Regional Virginia Ayala de Garza, es el producto de la trascendencia, de la labor desarrollada por un numeroso grupo de Damas Sabinenses, encabezadas por la Sra. Virginia Ayala, quienes se dieron a la tarea de mitigar el dolor humano trayendo alivio para sus males.

Trabajaron incansablemente hasta ver realizado el sueño de tener un lugar donde atender las emergencias y dar ayuda a los accidentados y enfermos.

En la actualidad tanto las Autoridades Civiles como los Clubes de Servicio: Leones, Rotarios, Sertomas y Damas voluntarias, encabezados por el actual Director del Hospital Regional, Dr. Rosendo Chapa Contreras, se han echado la tarea de: ampliar las edificaciones, modernizar el equipo quirúrgico y dar atención de calidad suprema a los enfermos.

Todo ello enmarcado en la dedicación y entrega del personal que labora bajo las órdenes del Dr. Chapa: Doctores, Enfermeras, Laboratoristas, Ayudantes, Secretarias, Intendentes, etc.

Labor que admiro y alabo. Todo lo que las Damas Voluntarias de los diferentes clubes recaban y entregan es para beneficio de los pacientes y los menesterosos.

Debemos corresponder a ese sacrificio, al menos cuidando adecuadamente las instalaciones que cada día se modernizan más.

Mientras un grupo de trascendentes lucha y se afana por mejorar, algunos se dedican a destruir y menospreciar las instalaciones. Llegan desordenadamente mayores y menores a la Sala de espera, luego dejan que los menores hagan lo que les de su gana jugando y moviendo cuanto aparato hay a su alcance, dedicándose al chismorreo sin importarles lo que sus hijos hacen.

El desorden que sucede en la Sala de espera viene del hogar de los pacientes, si en la casa no se le enseña al niño buenas maneras y comportamiento adecuado, nunca tendremos Salas de espera ordenadas y presentables.

Mi sugerencia es que algunas Damas voluntarias se presenten en la Sala de espera y pongan orden y disciplina a los presentes, advirtiéndoles que si no se comportan adecuadamente no serán atendidos.

La responsabilidad del manejo de la familia en el lugar común está muy relajada, el niño no conoce normas de comportamiento, porque los mayores no predican con el ejemplo.

He escuchado a señoras que insultan con soberbia al vigilante porque les señala que no pueden pasar a los ambulatorios con niños de la mano.

Ayudemos a engrandecer y conservar el Hospital Regional, felicitando a su personal y poniendo nuestro grano de arena en la formación de un mejor ambiente hospitalario.

Santos Noé Rodríguez Garza
Cronista de la Ciudad.