¡Todos nos equivocamos! Pero pensamos que los que triunfan no se han equivocado. Lo que ocurre es que aquellos han aprendido de sus errores, los han enmendado y han salido adelante. El niño nunca aprenderá que el comal está "caliente" hasta que se queme, los que fracasamos no hemos aprendido de nuestros errores.
¡Todos nos equivocamos! Pero poco o nada valdrá sentarnos a llorar y seguir pensando de manera pesimista. ¿Qué es el caminar? Sino una sucesión interminable de caídas. Pero que enorme dicha, cuando se hace a un lado el "andador".
El valor no está solamente en reconocer que nos equivocamos; sino en aceptar que se necesita tomar un nuevo derrotero, pero para eso se requiere decisión. Nada grande se ha desarrollado en el planeta sin haber tenido la voluntad y la pasión necesarias para hacerlo.
¡Todos nos equivocamos! Cuántas veces el hombre viaja por el mundo, buscando algo que según él necesita; y resulta que al llegar de nuevo a casa ¡Allí lo encuentra!
¡Todos nos equivocamos! Terminamos la columna con unas palabras de Anna Frank "Todo se puede perder: la riqueza, el prestigio. Pero en cuanto vives, la felicidad regresará siempre a tu corazón. Si levantaras tus ojos al cielo, sin miedo; estarías seguro de tu pureza y serías feliz, acontezca lo que acontezca".
Pero así está el mundo y éstas son "Nuestras Cosas".
Hasta la próxima.