Como el viejo decía: “Si las cosas que valen la pena fueran fáciles, todo el mundo las haría”.
Recordamos lo anterior a sabiendas de que toda obra requiere de atención y de esfuerzo, porque de la atención y el esfuerzo que pongamos en ella, dependerá no sólo el éxito, sino también el respeto y la consideración a los demás.
No basta con proyectar una obra, es indispensable ejecutarla, sin que nos importen las dificultades que tengamos que vencer o las críticas que tengamos que afrontar.
Las dificultades y las críticas surgen en el camino y se arrecian cuando más nos acercamos a la meta.
Los jóvenes son dinamismo y acción, pero deben pensar también que un día serán viejos, mientras tanto nosotros recordamos que un día fuimos jóvenes.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.
