Profr. Salvador Garza Inocencio

Nuestras Cosas

Nuestras Cosas

Profr. Salvador Garza InocencioA mi padre… Este veintiocho de diciembre, este día de los inocentes se cumple un año más de tu partida.

Hoy se cumple un aniversario más de aquel día, de aquel día de un frío y neblinoso diciembre cuando yo en nombre de todos los míos te grité: “Viejo, no te vayas”.

Sin embargo, tus ojos que se caracterizaron por una mirada serena se cerraron para siempre.

Aquella ocasión, por última vez observamos tu rostro tranquilo y la seriedad que siempre te distinguió.

Hoy aún resuenan en nuestros oídos tus palabras, como la última vez, cuando decías “que la grandeza del hombre es por su sencillez” y que “el hombre es por lo que dé y no por lo que recibe”; más de cuarenta años laboraste frente a ese molino de nixtamal; allí te conocieron miles de gentes que hoy son hombres y mujeres de bien y cuando niños te gritaban: “Chava” “échame la mía”; “éste acaba de llegar”, “yo llegué primero”.

Tú fuiste el hombre del molino, el hombre que junto a la máquina transformaba el maíz, para convertirlo en el pan de muchos: la tortilla.

Padre: Hoy te recordamos.

Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.

Hasta la próxima.