Los niños de crucero y la navidad…
Ahí en los cruceros los he visto, ahí en los cruceros ustedes también los han visto, porque ahí en los cruceros están.
Sí ahí se encuentran como pequeñas estatuas, que adquieren movimiento al acercarnos nosotros.
Extienden su mano para pedirnos una moneda, no sin antes hacer sus malabarismos con naranjas o pelotas de colores, también observamos con un balde de agua y una esponja, o con un pesado cargamento de los periódicos del día.
Ahí en los cruceros los hemos visto con sus caritas pintadas, con sus malabarismos, con su venta de periódico.
Ellos ahí están, ellos ahí viven, por comida un mendrugo de pan, por cobija un pontón de papeles y por techo un enorme firmamento lleno de estrellas.
Ahí están en los cruceros, pero cuando llegamos a ellos dirigimos nuestra mirada hacia otra persona y al hacerlo nos negamos a nosotros mismos.
Gabriela Mistral decía “Piececitos de niño, azulosos de frío, como os ven y no os cubren Dios Mío. El hombre ciego ignora que por donde pasáis, una flor de luz viva dejáis; que ahí donde ponéis la plantita sangrante, el nardo crece más fragante”.
Ellos los niños de los cruceros, son los verdaderos niños de la calle, en esta Navidad, acordémonos de ellos.
Pero así está el mundo y éstas son “Nuestras Cosas”.
Hasta la próxima.
