Profr. Juan Omar Hernández Luna

Recuerdos del ayer 3: La calle Porfirio Díaz (1964 -1967)

Miscelánea

Profr. Juan Omar Hernández LunaRecordaba en el escrito anterior que el señor Leonel Garza (El Marques) y su familia vivían en la esquina de Porfirio Díaz y Allende en una de las casas de sus padres, los señores Eulalio Garza Garza mejor conocido como Don Lalo y doña Irene González personas muy queridas y apreciadas por todos los que llegaron a tratarlos, entre ellos mis padres que siempre mostraron respeto sin llegar nunca a la lambisconería ni a la zalamería. escuela que nos legaron a mis hermanos y a mi.

Investigando el porqué de llamar a don Leonel y a su hijo Leonel “El Marqués” aunque ya me lo imaginaba pues era obvio que por la forma de vestir siempre tan elegante y un porte distinguido como el de un “caballero” bien plantado le valió que el señor Manuel “Melo” Montemayor gran amigo de él le llamara a modo de mote “EL MARQUES”, este señor don Melo Montemayor perteneció a al grupo de Tesoreros Municipales que por su honradez, honestidad y trabajo repitiera su puesto en 2 o 3 administraciones de nuestro pueblo, siendo alcalde el Profesor Daniel Guadiana Ibarra (1967-1969) sucesor de don Ramón Mireles (1964-1966).

Vivía pasando el despoblado donde el padre “Chiquito” nos enseñaba a jugar básquet-bol; con rumbo a la Plaza Principal la familia de don Pablo Ochoa y su esposa doña Reinadla López y a quien de cariño le llamábamos “Doña Reina” esa familia llego procedente del Río Salado donde tenían un pequeño ranchito y que por motivos de que sus hijos estudiaran la secundaria se vinieron a vivir aquí, recuerdo que doña reina hacía unas tortillas de harina que despedían un olor tan agradable que todo el barrio se inundaba de esa aroma tan exquisita ya que amasaba con leche recién ordeñada por sus hijos Pablo y Jaime (CHIRILO), de las vacas pintas que tenían en sus corrales; doña Reina era una señora algo obesa y siempre nos mantuvo a raya cuando nos portábamos mal cosa que debemos los niños del barrio agradecer pues de todos los que la conocimos por medio de sus hijos ninguno fue de mala cabeza y supimos enderezar nuestros caminos por la ruta del bien; don Pablo en su Express, a veces nos llevaba a traer nopal al río para después chamuscarles a sus vacas que completaba su alimento con “mascarrote”; que con tal que nos diera alguna tortilla de harina íbamos a comprarlo a la tienda de don Manuel Ancira allá en la esquina de Porfirio y Escobedo …CONTINUARA

Posdata de las familias que hasta ahora he escrito mis recuerdos es necesario decir que sin temor a equivocarme fueron y son familias dignas de recordar con cariño y respeto pues todas ellas tienen en común el TRABAJO y la HONRADEZ como preciado tesoro para sus descendientes.

Profer. JUAN OMAR HERNANDEZ LUNA.
Miembro de la Asociación de Escritores de Sabinas Hidalgo