Francisco J. Echazarreta

Una Leyenda…

Lo que el tiempo se llevó

Francisco J. Echazarreta

Hace algunos años, el hablar de los nacimientos era un “Tabú.”

Francisco J. EchazarretaHace algunos años, el hablar de los nacimientos era un “Tabú.”

A los niños no se les quería hacer muchos comentarios del tema, en el de como nacimos? “Que lo trajo la cigüeña”. “Que vino de París”.

Eran tiempos en que nuestras calles, estaban sin asfalto, todas polvorosas de aquella Aldea tranquila. Al atardecer con la llegada de la noche, Mamá regaba la calle y sacaban un par de mecedoras con los asientos de bejuco, se sentaban a saludar a los vecinos… a platicar… luego una Luna grandota de color rojiza salía de la tierra… me asustaba… buscaba sus brazos y en su regazo me cantaba:

Cuando la luna se pone re-grandota..
Como una pelo-tota que alumbra el callejón,

La imaginación a volar… dicen que para allá para “el bordo”

Sale una bola de fuego.

Luego se agregaba en las pláticas… la luna viene fuerte

es cuando nacen los niños

y otra vez la imaginación a volar… Una figura surgía entre las sombras en las altas horas de la noche o a cualquier hora del día… sobre un coche tirado por un caballo, cuyo cochero de ida, presuroso golpeaba con una rienda el lomo del animal. Más en el asiento trasero ahí iba ella… con una maleta negra. Usando unos lentes grandes más una pañoleta o mascada sobre la cabeza

Cuando pasaba por casa mis padres me indicaron…

“Mira ella te trajo al mundo”.

Esto dejo una especie de “Marca” que me quedara como un sinónimo de vida, de nueva vida.

Una tarde de marzo enfiló sus pasos hacia una casa de la calle Cuauhtémoc y cortó el cordón umbilical que me unía con mi madre y me pegó una nalgada.

Ella le llevó consuelo y salud a miles de enfermos durante sus muchos años de vida, sirvió amorosamente, ayudando a cientos de mujeres.

Mañana va a haber eclipse acuérdate de ponerte
una llave en el estomago para que el niño nazca bien.

Trabajó todos los días de muchos años, en una obra en la que hoy, son otras la que la continúan.

Su figura legendaria, con tan solo verla era sinónimo de vida… de nueva vida.

Se supo ganar a todos el respeto de todos por sus actos.

Ya hablé con ella, me dijo que cuando sintiera
los dolores, me fuera para su casa ahí me va a atender.

No obstante, de haber criado a sus siete hijos, se dio a la tarea de crear, a sobrinos y personas que habían quedado solas y desamparadas.

Cuando se enciende una “hoguera” y se quiere mantener la “flama” es necesario mantenerla con los cuidados de aire y productos flamables. En el devenir del tiempo el semanario… Semana Regional casi se extingue, pero esta dama la mantuvo y la conservó encendida.

Homenajear a “Semana Regional” es homenajear a “Mamá Josefina” como cariñosamente le decía medio Sabinas Hidalgo.

Esta mujer sigue viva porque se le recuerda, por sus actos y su obra.

Josefina Valadez Guerra

Doña Josefina Valadez Guerra.

Nota.-El siguiente articulo fue escrito en los festejos de Semana Regional.