¡Ridículos!…

La Bola Cuadrada

El señalamiento que personeros del gobierno norteamericano hacen sobre la peligrosidad de la Ciudad de Monterrey, cae por su propio peso, al conocerse los hechos lamentables en la universidad de Virginia y el evento delictuoso ocurrido en la NASA.

No cabe duda que para hacer comentarios sobre lo que ocurre en otros países, los funcionarios gringos se pintan solos y dejan translucir la debacle en todos los sentidos del gobierno del Tío Sam.

Los otrora presuntuosos del orden y la seguridad nacional, ahora son sorprendidos a cada momento por individuos trastornados que se meten hasta la cocina de instalaciones consideradas de alta seguridad, su tardanza en la reacción para controlar tales eventos los hacen ver lerdos, lentos, incapaces, muy diferentes al muestrario de valentones y exterminadores mostrados en sus películas.

De ninguna manera se justifica la intromisión en los asuntos de otros países, máxime si tienen un desorden y caos en su propia nación. Los Estados Unidos de América deberían de iniciar una seria campaña para reordenar todo su régimen interno y sobre todo, detener la compra masiva de armas.

La violencia experimentada en los últimos meses en Nuevo León y en otras regiones del país, es producto del consumo desmedido de drogas en el vecino del norte, por lo tanto, tiene razón el gobernador del Estado Lic. José Natividad González Parás en pedirle a los funcionarios norteamericanos su auxilio en el combate al narcotráfico, luchar contra el consumo de drogas y reprimir a la delincuencia organizada; la raíz del problema está allá, la lucha debe ser conjunta.

Ambos gobiernos deberán contemplar medidas eficaces y prontas para llegar a la médula del asunto y no es con declaraciones para el lucimiento o para demeritar a un país, como se lograrán resultados positivos.

Bien lo dijo don Alfonso Martínez Domínguez en aquella reunión con los gobernadores fronterizos, cuando el mandatario texano expresó que México era el trampolín para la entrada de la droga a los Estados Unidos de América, el colmilludo político nuevoleonés le espetó con sorna: "Si así está el trampolín, como estará la alberca".